Forbes acaba de publicar su lista anual de las celebridades más ricas del mundo, y los dos primeros puestos están ocupados por miembros del clan Kardashian: Kylie Jenner y Kanye West.
En realidad, ni la empresaria ni el rapero llevan ese apellido que levanta tantas pasiones como odios, pero los dos forman parte de la familia más conocida del mundo. Kylie es la menor de las dos hijas que Kris Jenner tuvo con su ex Caitlyn Jenner –conocido antes de su transición como Bruce- tras divorciarse de Robert Kardashian, y Kanye está casado con Kim, la más famosa de las tres que la mománager tuvo con su primer marido.
Sus ganancias a lo largo del último año -antes de impuestos- se han fijado en 590 millones de dólares en el caso de Kylie, y 170 en el de Kanye. Pese a que esta misma revista le arrebató a la primera el título de la mil millonaria hecha a sí misma más joven del mundo hace unos días, alegando que había exagerado considerablemente el valor de su imperio Kylie Cosmetics, la venta del 51 por ciento de la compañía al grupo Coty en enero y la jugosa suma que se embolsó a cambio -600 millones- han conseguido catapultarla a lo más alto de la clasificación.
La fortuna de su cuñado, por otra parte, procede casi en su totalidad de su acuerdo con Adidas para diseñar sus famosas -y carísimas- deportivas Yeezy.
El podio de honor lo completa Roger Federer, que se ha impuesto además en la subcategoría de los deportistas más ricos, gracias a sus ingresos de 170 millones de dólares, seguido por Cristiano Ronaldo (105 millones) y Lionel Messi (104 millones).
En los primeros diez puestos se pueden encontrar a otros deportistas como Neymar, en séptima posición con 95,5 millones, y LeBron James, en novena con 88,2 millones de dólares, junto con estrellas del mundo del entretenimiento como el actor, guionista y productor Tyler Perry, el escritor y locutor Howard Stern y la estrella de Hollywood Dwayne Johnson, que ocupan el sexto, octavo y décimo puesto respectivamente.
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