Un “Gran Tributo al Benny” organizó la Casa de la Música de Miramar, un barrio de la capital cubana, en el participaron varias agrupaciones locales. (AP)
La Habana.- Rumbas, exposiciones, coloquio, documental, gala y conciertos. Cuarenta y seis años después de su deceso, Cuba conmemoró en agosto a Benny Moré, "El Bárbaro del Ritmo", con motivo de su 90 natalicio.
Bartolomé Maximiliano Moré nació el 24 de agosto de 1919 en Santa Isabel de las Lajas, en el centro de Cuba, y murió en 1963. Cantó rumba, bolero, guaracha, mambo y guanguancó, y además rodó 15 películas en México, donde se hizo famoso.
"De la rumba al chachachá" y "Rumberos de ayer", sus rumbas más conocidas, abrieron el pasado domingo un homenaje de los cultivadores de ese género al "Sonero Mayor" en el pintoresco callejón de Hamel, en el barrio Centro Habana, con la participación de varias agrupaciones.
Original y espontáneo, Moré era un músico autodidacta para quien "improvisar era una de las más notables cualidades", recordó Mauro Gómez Suárez, saxofonista de la Banda Gigante junto a Moré.
El "Sonero Mayor" también improvisaba con el público, "bajaba a bailar en la pista, sin perder el ritmo e improvisaba cantándole a los clientes", recordó un veterano admirador del músico, Gabriel Diego, de 72 años.
Hace nueve décadas nació Moré, un niño negro y pobre, en la comunidad rural de Santa Isabel de Las Lajas, a 250 kilómetros de la capital cubana. A los 16 años viajó a La Habana con su primer grupo musical.
En el popular barrio capitalino de Belén, el entonces adolescente ayudó por el día a su tío Horacio Armenteros a vender frutas y verduras en un mercado habanero y por las noches cantaba en cafés. Diez años más tarde, en una gira por México con la Orquesta Matamoros, se cambió el nombre de Bartolo a Benny Moré.
"Benny por siempre" es el nombre de las tres galas en su honor que ofrecieron la Orquesta Aragón y la Jazz Band Benny Moré en un teatro de la capital el fin de semana víspera del cumpleaños del músico.
En tanto un "Gran Tributo al Benny" organizó la Casa de la Música de Miramar, un barrio de la capital cubana, en el participaron varias agrupaciones locales.
"Cienfuegos es la ciudad que más me gusta a mí", cantó Moré. En la calle peatonal de San Fernando, en esa ciudad a 250 kilómetros al sudeste de La Habana, cada 60 minutos anuncian la hora con boleros, guarachas y sones del Bárbaro del Ritmo.
"Cuando a Cienfuegos llegué esa ciudad quise verla ya que le llaman La Perla ahora les diré porqué. Una cienfueguera me dijo Moré en una tarde de mayo allá por Pasacaballos y en Cienfuegos me quedé ya tú lo ves", dice la voz del Sonero Mayor que salía de los altavoces.
En esa calle una estatua de bronce tamaño natural inmortaliza al intérprete de "Me voy pal Pueblo", "Desdichado", "Bonito y sabroso", "Dolor Carabalí", "Te quedarás" y "Cómo fue", con su sombrero alón y el bastón que le servía de batuta. La obra es del escultor cubano José Villa.
Aspectos de su vida se trataron en un coloquio con diversos musicólogos, en tanto la exposición de arte digital "Hoy como ayer" del artista plástico Santos Toledo, en la galería capitalina del Palacio de Gobierno, concluye el lunes el homenaje a Moré.
"El Benny es una figura trágica", comentó el cubano Jorge Luis Sánchez, realizador de la película "El Benny" sobre la vida de este cantante, compositor y director de orquesta.
Moré transmitía sensaciones con los ojos, la boca, las manos, las piernas, el cuerpo todo, como lo mostró la película. Murió a los 43 años de una cirrosis hepática.