Tras cinco horas de intensas y variadas emociones, las lágrimas corrieron por los rostros de la puertorriqueña Olga Tañón y del español Miguel Bosé, en la clausura del concierto Paz sin fronteras, llevado a cabo en la Plaza de la Revolución de La Habana, Cuba.A las 7 de la noche, los quince artistas participantes del concierto, que fue una iniciativa del músico colombiano Juanes, se unieron en el escenario, al ritmo de la salsa de la orquesta cubana Los Van Van.
El tema "Chan chan", del cantautor cubano Eliades Ochoa, sirvió para que cada uno de los cantantes tomara el micrófono y compartiera una estrofa. Fue entonces cuando Olga y Bosé lloraron y se mostraron visiblemente conmovidos por el respaldo del público, que no paró de cantar y bailar con cada una de las intervenciones musicales.
"A todos ustedes de mil gracias", dijo Juanes al público. "Toda la música de toda la región, de todo el mundo, paz para todos", afirmó sonriente.
El colombiano gritó varias veces "Cuba vibra" y después soltó "Cuba libre", para luego proclamar que haya "una sola familia cubana".
"Cuba, gracias por tu cariño y amor", fueron las palabras de Bosé entre sollozos.
Ante el llanto de Olga, su colega Juanes incitó al público a gritar: "Olga, Olga, Olga", mientras las lágrimas bajaban por su rostro.
El concierto
La apertura estuvo a cargo de Olga Tañón, quien tomó el micrófono, en compañía de los otros 14 artistas que participaron en el evento, para expresar el llamado a la paz que dio origen a este histórico junte.
Olga se hizo eco de uno de los más recientes temas de Juanes, "Odio por amor", y dijo: "De parte de Juanes, les decimos, ‘It’s time to change’", a lo que el público respondió con un sonoro aplauso.
Luego de un abrazo colectivo, los cantantes le cedieron el escenario a Olga Tañón, quien gritó "¡Arriba el concierto del siglo!", antes de interpretar su pegajoso merengue "Es mentiroso".
"Pa’ lo que vinimos aquí fue pa’ poner alegre el alma y el corazón", dijo en medio de su intervención que contó con más merengue y la balada "Basta ya".
Después de esa enérgica presentación, en la que se vio a Olga bailando con ímpetu, el grupo cubano X Alfonso tomó el escenario y se hizo acompañar de niños y adolescentes durante su presentación.
Posteriormente, el puertorriqueño Danny Rivera, al filo de las 3 de la tarde, se adueñó de la tarima con los temas "Madrigal", "Amar o morir" y "Yo quiero un pueblo".
El cubano Amaury Pérez también le cantó a su pueblo, luego que lo hiciera el ecuatoriano Juan Fernando Velasco.
"Gracias Cuba, gracias Cuba siempre. ¡Que viva la paz!", expresó Pérez al finalizar su ejecutoria.
Miguel Bosé llegó con "Te amaré" a eso de las 3:45 de la tarde, para protagonizar la segunda intervención más larga después de la de Olga Tañón.
Cuando disminuía la intensidad del sol, Bosé tuvo un dueto con el cubano Carlos Valera. También interpretó su éxito "Amante bandido", entre otros.
"Gracias amigos. A todos la paz", manifestó Bosé antes de despedirse.
Momentos antes había cantado su compatriota Víctor Manuel, quien por espacio de diez minutos conquistó con su voz a los cubanos. Entonó el clásico tema "Sólo pienso en ti".
En otro momento de mucha adrenalina, el grupo cubano Orishas repartió su energía sobre el escenario. Previamente, lo habían hecho Cucú Diamante y Yerba Buena, quienes a su vez fueron introducidos por el italiano Jovannotti.
Jovannotti encendió los ánimos con sus temas movidos y, entre italiano y español, estuvo en constante comunicación con la audiencia.
Gritando su nombre y agitando pañuelos blancos en el aire, la audiencia llamó a la figura más esperada del día. Juanes se volvió el centro de atención a las 4:51 de la tarde.
"A Dios le pido" fue su canción de apertura, y continuó con "Me enamora", "Sueños", dedicada a "todos los que no tienen libertad", y "La camisa negra".
"No puedo creer lo que mis ojos ven. Este es el sueño más hermoso de paz y de amor que he podido experimentar después de mis hijos. Este es el amor verdadero y celebro profundamente estar aquí, por encima de cualquier diferencia. Todos somos hermanos", expresó emocionado el cantautor colombiano.
Acto seguido, Juanes y Bosé entonaron juntos "Odio por amor", que proclama que es "tiempo de cambiar", así como "Nada particular".
Miguel Bosé anunció, cerca de las 5:20 de la tarde, que le habían notificado de una asistencia calculada en 1,150,000 personas.
"Vinimos a Cuba por amor. Esperamos que todos los jóvenes, aquí y en esas ciudades de Estados Unidos, como Miami, entiendan lo importante que es cambiar el odio por amor. (Vinimos) Para ratificar lo importante que es el amor, la libertad", manifestó Juanes tras conocer la impresionante cifra.
Retomó el escenario otro cubano, Silvio Rodríguez, quien guitarra en mano y en compañía de otros cuatro músicos, hizo escuchar la nueva trova. Entre su repertorio destacó la famosa "Ojalá".
El español Luis Eduardo Aute protagonizó una de las partes más calmadas del concierto.
"Es una enorme satisfacción y un privilegio estar de nuevo en Cuba, en mi Cuba, porque la siento profundamente en mí", sostuvo Aute.
Le tocó el turno al cubano Carlos Varela, quien entonó "Colgando del cielo" y "25 mil mentiras".
Éste llamó la atención por su vestimenta negra, a pesar de que el resto de los artistas se pusieron blanco, como símbolo de la paz. Su camisa leía: "Tengo una camisa blanca".
Por último, los Van Van tomaron el escenario a las 6:40 de la tarde y pusieron a bailar a la gente con su sabor.
"Señores, duélale a quien le duela, ya se hizo el concierto por la paz", señaló el director y fundador de Los Van Van, Juan Formell, provocando el delirio del público.
Vista general del público presente en el evento. (AP)
