Un año después de su temprana muerte, Amy Winehouse tiene una presencia constante en el barrio londinense de Camden Town, donde la cantante vivió al límite y murió el 23 de julio de 2011, a los 27 años.
A pesar del tiempo transcurrido, los temas de esta talentosa y autodestructiva cantante suenan en casi cada local y su imagen es omnipresente ya sea en las tiendas, los "pubs" (bares) que frecuentaba o, incluso, en el aspecto físico de muchos de los viandantes que imitan su inconfundible estilo.
Los brazos tatuados, las frondosas cabelleras recogidas en un moño, los ojos pintados, los grandes pendientes dorados o los estampados de cuadros son notas habituales de este barrio del norte de Londres, al que Winehouse no renunció a pesar de su popularidad y al que siempre mostró su afecto.
"Este es para Londres y para Camden que está en llamas", dijo la autora de "Rehab" al recoger uno de los cinco Grammys que ganó en febrero de 2008, mientras el famoso mercado de su barrio ardía al declararse un gran incendio.
Ahora, un año después de su muerte, Camden le devuelve ese afecto a una de sus hijas predilectas y que mejor representaba en sus virtudes y sus defectos la esencia de este lugar.
El pub "The Hawley Arms", uno de los más frecuentados por la artista y que quedó totalmente destruido por el incendio de 2008, se convirtió en el mausoleo de la diva del soul, cuyo formidable talento quedó ensombrecido por su adicción al alcohol y las drogas.
Canciones como "You know Im not good" o "Back to Black" forman parte de la banda sonora habitual de este bar donde las paredes están decoradas con algunas imágenes de la cantante y hay uno de los estantes de detrás de la barra dedicado a su memoria.
Una barra que Amy conocía bien tanto por fuera como por dentro ya que muchas noches se ponía detrás de ella a servir a los clientes y ayudar a los camareros, quienes la veían como una más de la familia.
Esta naturalidad, poco común en artistas de fama internacional, también la dejó entrever en el "Dublin Castle", otro bar cercano, donde una gran fotografía de la malograda cantante firmada por ella preside la barra.
"Gracias por dejarme pasarme al otro lado de la barra. Mucho amor", reza la dedicatoria de Winehouse, cuya imagen copa la mayor parte de las paredes de este local de Camden, centro de peregrinación de muchos de sus seguidores.
Delante de su antigua casa, donde murió tras una larga trayectoria de adicción a los estupefacientes y al alcohol, siguen apareciendo a diario velas, cartas de recuerdos y flores como las que hace un año invadieron el lugar.
"Nunca me voy a permitir olvidarte. Te quiero", dice una misiva de una fan brasileña, mientras que una pareja de Barcelona le dejó una rosa con la nota: "Te seguiremos queriendo mañana".
"Es muy bonito que la gente siga acordándose de ella. Tuvo una vida complicada y polémica pero su música le gustaba a todo el mundo no tenía edad. Se merece este reconocimiento", dijo Aimee, una joven inglesa que se fotografiaba junto a la antigua casa de la cantante.
Amy Winehouse se ganó con solo dos álbumes publicados al mundo de la música gracias a su voz cavernosa e intensa con la que logró seis Grammys y el calificativo de la "diva del soul".
Coincidiendo con el primer aniversario de su muerte, la estación de metro de Camden Town ha lucido durante las últimas dos semanas un afiche con el retrato de Winehouse que elaboró el joven artista británico Johan Andersson dos semanas después de su muerte.
Además, el padre de Amy, Mitch Winehouse, publicó hace unas semanas un libro sobre su hija y Camden tendrá una estatua de bronce en honor de la joven, que se alzará en el recinto musical Roundhouse.
EL RINCON CALIENTE 5-5-2016 - Felicidades MaMa!
Monday, July 23, 2012
EL CONJUNTO QUISQUEYA UN VERDADERO FENOMENO MUSICAL EN EL MERENGUE
Lo que comenzó como un vacilón de panas siendo estudiantes en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, llevó a los dominicanos Javish Victoria, Adib Melgen, Chuky Acosta y al fenecido Aneudi Díaz a hacer historia con el género musical del merengue en Puerto Rico con un estilo pícaro y bien bailable, dándose a conocer como el Conjunto Quisqueya.
Han pasado 40 años desde que se convirtieron en un fenómeno musical y Adib Melgen aún se sorprende de cómo “lo que empezó como un relajo entre nosotros para beber y conocer chicas sería algo de lo que viviríamos”.
Para Javish Victoria, “la historia del merengue en Puerto Rico se escribe antes y después del Conjunto Quisqueya”.
El Conjunto Quisqueya se presentó por vez primera en la televisión en 1972 en la sección de Los alegres tres, que formaba parte del espacio El show de las 12. Entre risas, Javish Victoria y Adib Melgen confiesan que luego de su aparición en la pantalla chica se iban a Río Piedras para ver si la gente los reconocía en la calle señalándolos para comprobar que veían el programa.
Javish, esposo de la cantante boricua Awilda “la Mimosa”, agrega riendo que “estábamos faltos de reconocimiento”.
En 1973 lanzaron su primer disco, El Conjunto Quisqueya en el Show de las 12, con el sello discográfico de Paquito Cordero, Hit Parade. Según Javish, “no lo compró nadie, ni la familia”.
Luego grabaron otras dos producciones, pero la suerte les arropó al pegar el sencillo La toita, que les permitió estar fijos en dos nightclubs en Río Piedras: uno llamado Mateo y el otro La Rue, en Puerto Nuevo.
No fue hasta el corte Los limones que la agrupación tomó fuerza en la palestra musical, al punto de internacionalizarse. Este tema se distinguió por el sentido pícaro de la estrofa: Pónmelo ahí que lo voy a partir. Grabaron luego 45 discos.
“Con ese tema salimos del cascarón y dejamos los nightclubs. Nos fuimos pa’ la calle”, asegura Adib Melgen.
Si bien las letras y el pegajoso ritmo fueron claves para que El Conjunto Quisqueya calara hondo entre su fanaticada, también ayudaron a su éxito los bailes provocativos, por sus característicos movimientos de cintura.
A eso se le tiene que añadir sus ajustados y variados vestuarios en telas satinadas y coloridas que dieron mucho de qué hablar por marcarles principalmente sus partes privadas.
Javish fue el ingenioso de la vestimenta y las coreografías, para lo que se inspiró en Elvis Presley, de quien era fanático.
“Los vestuarios eran muy ceñidos al cuerpo y se marcaba todo, y tuvimos uno de una flecha en esa parte íntima y más nunca pudimos usarlo porque provocó que la oficina de Paquito Cordero explotara (en llamadas). Nosotros teníamos nuestro propio sastre que trabajaba sólo para nosotros”, sostiene el cantante.
Pese a su popularidad, Javish Victoria cuenta que “en esa época era despectivo decir merenguero porque estaban en su apogeo La Fania con la salsa y otros estilos, pero se viró la tortilla y todo el mundo tuvo que recurrir al merengue”.
censurados y arrestados
Por su tema Los limones fueron censurados no sólo en la televisión puertorriqueña, sino también en su país. Cuentan que el evangelista Jorge Raschke se alzó en su contra por sus temas y vestimenta.
En Wapa los interrumpieron en medio de la canción, en República Dominicana la prohibieron, y en un evento en el estadio de béisbol de San Francisco de Macorís, el público les pidió que la cantaran y, por complacerlo, los arrestaron.
“Fuimos arrestados y amanecimos presos; todo eso nos trajo ese limón”, dice Adib Melgen.
No lo olvidan
En 1993 la agrupación sufrió una sacudida con el fallecimiento de su amigo y colega Aneudi Díaz como consecuencia de un cáncer terminal.
Díaz siempre se destacó en el grupo por su voz ronca y por las gesticulaciones jocosas que hacía con su rostro al cantar.
“Una parte del grupo se fue con él”, precisa Javish Victoria, mientras que Adib Melgen agrega que cumplieron con los compromisos en agenda por un año, pero en 1994 decidieron tomarse un receso porque “no había motivación para hacer nada”.
Han pasado 40 años desde que se convirtieron en un fenómeno musical y Adib Melgen aún se sorprende de cómo “lo que empezó como un relajo entre nosotros para beber y conocer chicas sería algo de lo que viviríamos”.
Para Javish Victoria, “la historia del merengue en Puerto Rico se escribe antes y después del Conjunto Quisqueya”.
El Conjunto Quisqueya se presentó por vez primera en la televisión en 1972 en la sección de Los alegres tres, que formaba parte del espacio El show de las 12. Entre risas, Javish Victoria y Adib Melgen confiesan que luego de su aparición en la pantalla chica se iban a Río Piedras para ver si la gente los reconocía en la calle señalándolos para comprobar que veían el programa.
Javish, esposo de la cantante boricua Awilda “la Mimosa”, agrega riendo que “estábamos faltos de reconocimiento”.
En 1973 lanzaron su primer disco, El Conjunto Quisqueya en el Show de las 12, con el sello discográfico de Paquito Cordero, Hit Parade. Según Javish, “no lo compró nadie, ni la familia”.
Luego grabaron otras dos producciones, pero la suerte les arropó al pegar el sencillo La toita, que les permitió estar fijos en dos nightclubs en Río Piedras: uno llamado Mateo y el otro La Rue, en Puerto Nuevo.
No fue hasta el corte Los limones que la agrupación tomó fuerza en la palestra musical, al punto de internacionalizarse. Este tema se distinguió por el sentido pícaro de la estrofa: Pónmelo ahí que lo voy a partir. Grabaron luego 45 discos.
“Con ese tema salimos del cascarón y dejamos los nightclubs. Nos fuimos pa’ la calle”, asegura Adib Melgen.
Si bien las letras y el pegajoso ritmo fueron claves para que El Conjunto Quisqueya calara hondo entre su fanaticada, también ayudaron a su éxito los bailes provocativos, por sus característicos movimientos de cintura.
A eso se le tiene que añadir sus ajustados y variados vestuarios en telas satinadas y coloridas que dieron mucho de qué hablar por marcarles principalmente sus partes privadas.
Javish fue el ingenioso de la vestimenta y las coreografías, para lo que se inspiró en Elvis Presley, de quien era fanático.
“Los vestuarios eran muy ceñidos al cuerpo y se marcaba todo, y tuvimos uno de una flecha en esa parte íntima y más nunca pudimos usarlo porque provocó que la oficina de Paquito Cordero explotara (en llamadas). Nosotros teníamos nuestro propio sastre que trabajaba sólo para nosotros”, sostiene el cantante.
Pese a su popularidad, Javish Victoria cuenta que “en esa época era despectivo decir merenguero porque estaban en su apogeo La Fania con la salsa y otros estilos, pero se viró la tortilla y todo el mundo tuvo que recurrir al merengue”.
censurados y arrestados
Por su tema Los limones fueron censurados no sólo en la televisión puertorriqueña, sino también en su país. Cuentan que el evangelista Jorge Raschke se alzó en su contra por sus temas y vestimenta.
En Wapa los interrumpieron en medio de la canción, en República Dominicana la prohibieron, y en un evento en el estadio de béisbol de San Francisco de Macorís, el público les pidió que la cantaran y, por complacerlo, los arrestaron.
“Fuimos arrestados y amanecimos presos; todo eso nos trajo ese limón”, dice Adib Melgen.
No lo olvidan
En 1993 la agrupación sufrió una sacudida con el fallecimiento de su amigo y colega Aneudi Díaz como consecuencia de un cáncer terminal.
Díaz siempre se destacó en el grupo por su voz ronca y por las gesticulaciones jocosas que hacía con su rostro al cantar.
“Una parte del grupo se fue con él”, precisa Javish Victoria, mientras que Adib Melgen agrega que cumplieron con los compromisos en agenda por un año, pero en 1994 decidieron tomarse un receso porque “no había motivación para hacer nada”.
HOY SE DECIDIRA LA SUERTE DE OMEGA EL FUERTE IRA A LA CARCEL O A SU CASA?
Omega amaneció el fin de semana en el escenario menos deseado para un artista: la cárcel. Y ahora espera que un juez decida su suerte. Si le hace caso a la Fiscalía el merenguero del mambo violento irá de nuevo a Najayo. Si escucha y acepta los alegatos del acusado de violencia de género irá para su casa de nuevo, aunque el caso siga en los tribunales.
La reincidencia de querellas por presunto maltrato a mujeres es un handicap en su contra. Estos escándalos lo persiguen desde hace años y una joven bailarina, July Mercedes López, es la más reciente protagonista.
López interpuso una querella hace más de una semana contra Omega, acusándolo de maltrato. Por razones desconocidas, luego la retiró. Sin embargo, la Fiscalía decidió mantener activo el expediente.
En esas circunstancias se tramitó una solicitud policial para localizar a Omega, quien fue citado por el vocero de la Policía, Máximo Aybar, a través del Twitter. Luego se sumó al llamado el propio jefe de la institución, José Armando Polanco Gómez.
La persecusión contra Omega incluyó un equipo swat que hasta lo esperó en lugares donde se supone que iba a tocar.
“Habían tres mil personas adentro de la discoteca y tres mil policías más afuera esperando a Omega, pero no llegó”, manifestó el comunicador Michael Miguel Holguín al narrar en su programa “De extremo a extremo” (Digital 15) el cerco policial que vio en los alrededores de en centro de diversión donde estaba presente.
Ante el “gigantesco operativo” a Peter Antonio de la Rosa (su verdadero nombre) no le quedó más remedio que entregarse el sábado de manera voluntaria.
El merenguero fue a la Fiscalía en la avenida Bolívar de la capital dominicana. Tras ser interrogado por la fiscal Ana Andrea Camacho, de la Unidad de Atención a Víctima de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, fue trasladado a la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva. Allí espera hoy salir a su casa de nuevo (o a Najayo si el juez no lo considera).
Se declara inocente
El sábado, en la Fiscalía, el mambero se declaró inocente del supuesto maltrato a la bailarina. “No ando repartiendo golpes porque de ser así no hubiese llegado tan lejos musicalmente”.
Sin señalar quién o quiénes, Omega se quejó de que no lo dejan trabajar y que buscan desacreditar su carrera. Según él, en estos momentos está perdiendo millones de pesos debido a la cancelación de fiestas y otros eventos que tenía pautados.
Su abogado, Carlos Joaquín, abogado de Omega, sostuvo que el artista no había sido requerido y que por eso no se había presentado antes. Fue el mismo vocero policial, Báez Aybar, quien anunció que el merenguero ya estaba bajo custodia policial por violencia de género, en la Fiscalía de la avenida Rómulo Betancourt.
Es la segunda vez en este año que Omega se ve envuelto en asuntos judiciales. En marzo pasado estuvo detenido por agredir a una periodista y a un camarógrafo de Univisión, así como a una adolescente y a su madre, luego de registrarse un altercado en las afueras del Teatro Nacional Eduardo Brito, donde la noche del 13 de ese mes se realizaban los premios Casandra. El caso fue desestimado por los querellantes.
UN ANTECEDENTE EN SU CONTRA
No es la primera vez que Omega se ve envuelto en problemas relacionados a violencia de género. Se recuerda que su exesposa, Raysa Moya, en el 2008, lo sometió por un supuesto maltrato.
A finales de mayo de ese año el artista fue enviado a la Cárcel Modelo de Najayo por esa acusación. También en ese mismo mes fue procesado por una demanda que le interpusiera una empleada de una cabaña que lo acusó de lo mismo. En ambos casos salió airoso.
La reincidencia de querellas por presunto maltrato a mujeres es un handicap en su contra. Estos escándalos lo persiguen desde hace años y una joven bailarina, July Mercedes López, es la más reciente protagonista.
López interpuso una querella hace más de una semana contra Omega, acusándolo de maltrato. Por razones desconocidas, luego la retiró. Sin embargo, la Fiscalía decidió mantener activo el expediente.
En esas circunstancias se tramitó una solicitud policial para localizar a Omega, quien fue citado por el vocero de la Policía, Máximo Aybar, a través del Twitter. Luego se sumó al llamado el propio jefe de la institución, José Armando Polanco Gómez.
La persecusión contra Omega incluyó un equipo swat que hasta lo esperó en lugares donde se supone que iba a tocar.
“Habían tres mil personas adentro de la discoteca y tres mil policías más afuera esperando a Omega, pero no llegó”, manifestó el comunicador Michael Miguel Holguín al narrar en su programa “De extremo a extremo” (Digital 15) el cerco policial que vio en los alrededores de en centro de diversión donde estaba presente.
Ante el “gigantesco operativo” a Peter Antonio de la Rosa (su verdadero nombre) no le quedó más remedio que entregarse el sábado de manera voluntaria.
El merenguero fue a la Fiscalía en la avenida Bolívar de la capital dominicana. Tras ser interrogado por la fiscal Ana Andrea Camacho, de la Unidad de Atención a Víctima de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, fue trasladado a la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva. Allí espera hoy salir a su casa de nuevo (o a Najayo si el juez no lo considera).
Se declara inocente
El sábado, en la Fiscalía, el mambero se declaró inocente del supuesto maltrato a la bailarina. “No ando repartiendo golpes porque de ser así no hubiese llegado tan lejos musicalmente”.
Sin señalar quién o quiénes, Omega se quejó de que no lo dejan trabajar y que buscan desacreditar su carrera. Según él, en estos momentos está perdiendo millones de pesos debido a la cancelación de fiestas y otros eventos que tenía pautados.
Su abogado, Carlos Joaquín, abogado de Omega, sostuvo que el artista no había sido requerido y que por eso no se había presentado antes. Fue el mismo vocero policial, Báez Aybar, quien anunció que el merenguero ya estaba bajo custodia policial por violencia de género, en la Fiscalía de la avenida Rómulo Betancourt.
Es la segunda vez en este año que Omega se ve envuelto en asuntos judiciales. En marzo pasado estuvo detenido por agredir a una periodista y a un camarógrafo de Univisión, así como a una adolescente y a su madre, luego de registrarse un altercado en las afueras del Teatro Nacional Eduardo Brito, donde la noche del 13 de ese mes se realizaban los premios Casandra. El caso fue desestimado por los querellantes.
UN ANTECEDENTE EN SU CONTRA
No es la primera vez que Omega se ve envuelto en problemas relacionados a violencia de género. Se recuerda que su exesposa, Raysa Moya, en el 2008, lo sometió por un supuesto maltrato.
A finales de mayo de ese año el artista fue enviado a la Cárcel Modelo de Najayo por esa acusación. También en ese mismo mes fue procesado por una demanda que le interpusiera una empleada de una cabaña que lo acusó de lo mismo. En ambos casos salió airoso.
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