El músico reaccionó al revuelo causado por sus expresiones de que era "más grande que Ismael Rivera" y afirma que fue malinterpretado y que respeta al Sonero Mayor.
El exponente de música urbana Arcángel aseguró tener el mayor de los respetos por Ismael Rivera, esto al reaccionar al revuelo causado por sus expresiones en Perú de que "soy más grande que Ismael Rivera".
Austin Santos, nombre verdadero del intérprete, dijo que se "malinterpretó" lo que dijo en Perú.
"Me encuentro saliendo de Perú después de dos semanas exitosas promoviendo mi nuevo álbum ?#?LosFavoritos y me acabo de enterar de la noticia acerca del maestro Ismael Rivera. Le cuento a mis fanáticos y le explicó a los compañeros de la prensa que lo que quise decir se malinterpretó por la manera en que lo dije, le quiero pedir mis más sinceras disculpa a la familia de Ismael Rivera y a todos sus fanáticos ya que no tengo más admiración para una persona como la tengo por el maestro Ismael Rivera. Lo que quise decir es que hoy en día me considero una gran influencia para los niños y jóvenes de mi barrio ya que estoy presente con ellos jugando, compartiendo, riendo y muchas veces aconsejando no tan solo a que sigan mis pasos si no también los de Ismael Rivera", reza el primero de tres párrafos colocados por el intérprete de música urbana al mediodía de hoy en su página de Facebook.
"Aprovecho para decirles que tanto es mi respeto y aprecio por Ismael Rivera que cuando personas del barrio me dijeron la idea de remodelarle su mural en la calle "calma" ¡ahí estuve yo para apoyarles en esta obra! Ismael Rivera fue de mucha influencia para el mundo y el ídolo no merecía menos", agregó.
"Hoy en día me siento orgulloso de dónde vengo y de que personas como Ismael Rivera me hayan servido de ejemplo para lograr mis sueños y, como seguir sus pasos me ayudó, pues entonces que otros niños y jóvenes sigan los míos para que logren los suyos", concluye su misiva.
Arcángel respondía de esta forma a la controversia por sus expresiones en Perú reproducidas por el portal Salserísimo de Perú, y que se convirtieron en el principal tema de tendencia en Puerto Rico en Twitter bajo el #elegodearcángel.
El reguetonero hizo las expresiones en una emisora peruana.
“Pues yo me crié en la misma calle que ese hombre. Y hoy en día en el barrio mío yo soy más grande que Ismael Rivera, aunque suene feo”, dijo el cantante en Perú.
EL RINCON CALIENTE 5-5-2016 - Felicidades MaMa!
Thursday, February 25, 2016
CELINE DION SE CONMUEVE AL CANTAR EL TEMA "SOLA OTRA VEZ" TRAS EL FALLECIMIENTO DE SU ESPOSO
La cantante no pudo terminar la canción conmovida por el recuerdo de su recién fenecido esposo.
Sola otra vez… no sé vivir, sola otra vez”.
Así lee la letra del famoso tema “All by myself” popularizado tanto en inglés como en español por la cantante Celine Dion, quien anoche sintió más que nunca el peso de esas palabras al intentar cantarlas por primera vez desde el fallecimiento de su esposo.
Dion regresó anoche a su espectáculo en Las Vegas semanas después de que René Angélil muriera el pasado 14 de enero víctima del cáncer. La diva comenzó a interpretar el tema con naturalidad, pero al llegar al estribillo la emoción se apoderó de ella y comenzó a llorar.
El público la homenajeó con una ola de aplausos y una ovación de pie. Aunque no pudo terminar la canción, la viuda acabó el número musical armada de valor y realizando un gesto de triunfo ante los espectadores.
Sola otra vez… no sé vivir, sola otra vez”.
Así lee la letra del famoso tema “All by myself” popularizado tanto en inglés como en español por la cantante Celine Dion, quien anoche sintió más que nunca el peso de esas palabras al intentar cantarlas por primera vez desde el fallecimiento de su esposo.
Dion regresó anoche a su espectáculo en Las Vegas semanas después de que René Angélil muriera el pasado 14 de enero víctima del cáncer. La diva comenzó a interpretar el tema con naturalidad, pero al llegar al estribillo la emoción se apoderó de ella y comenzó a llorar.
El público la homenajeó con una ola de aplausos y una ovación de pie. Aunque no pudo terminar la canción, la viuda acabó el número musical armada de valor y realizando un gesto de triunfo ante los espectadores.
ADELE SE CORONA COMO LA REINA DE LA MUSICA EN LOS PREMIOS BRIT 2016
Adele fue la protagonista absoluta de los premios Brit celebrados esta noche en Londres en los que se coronó como la reina de la música británica al ganar cuatro premios, entre ellos el más preciado, el de mejor álbum, por su trabajo "25".
La intérprete de temas como "Someone Like You" se llevó también a su casa el galardón a mejor solista femenina del Reino Unido, mejor canción por "Hello" y el premio que reconoce su éxito global.
De todas las categorías en las que estuvo nominada, la única que se le escapó fue la de mejor vídeo, que ganaron los jóvenes One Direction por "Drag Me Down".
Los otros vencedores de la noche fueron Coldplay, que se alzó con el trofeo a mejor banda, y James Bay, quien recogió el Brit a mejor solista masculino con sus característicos tejanos y sombrero de ala ancha.
La británica de 27 años se llevó el primer premio de la noche, mejor solista femenina, y tras recibirlo no le tembló la voz para mostrarle su apoyo a la intérprete Kesha y dedicarle la estatuilla.
Adele se solidarizó con la cantante de "Tik Tok", después de que la justicia le denegara romper su contrato con Sony y así dejar de trabajar con el productor Dr. Luke, a quien denunció por acoso sexual.
La rubia volvió a subir al escenario del macroestadio del O2 para recibir su premio a mejor canción por "Hello", no sin que antes el canadiense Justin Bieber le diera un beso en la mejilla que causó furor en las redes sociales.
"No me esperaba esto para nada con todas las canciones que tengo. Esto se está yendo de las manos", comentó con una gran sonrisa.
La gala comenzó con una explosión de colores y fuego gracias a la banda Coldplay, que hizo que todo el público coreara "Hymn For The Weekend" mientras el O2 se inundaba de una lluvia de pétalos de flores.
Los británicos marcaron un doble récord al convertirse en la primera formación del Reino Unido que gana cuatro veces el premio a mejor grupo y en la banda más laureada de la historia de los Brit, ya que desde hoy cuentan en su estantería con nueve estatuillas.
"Nos gustaría dedicar este premio a todos los jóvenes músicos que se encuentran en campos de refugiados de todo el mundo", remarcó el vocalista de la banda, Chris Martin.
La gala de los Brit 2016 será recordada por ganarle la partida a los Grammy, ya que Adele conquistó al público con una actuación de "When We Were Young" libre de fallos técnicos y por el regreso de Rihanna a los escenarios, después de que cancelara a última hora su actuación en los citados premios por problemas médicos.
La cantante de Barbados protagonizó uno de los momentos más comentados de la gala cuando, con melena corta, imagen urbana y pantalones con flecos, se puso en frente del rapero Drake para bailar a ritmo de "twerk" - el baile que popularizó Miley Cyrus y que consiste en mover el trasero - su canción "Work".
Arropado por una hoguera y acompañado a la guitarra por James Bay, Justin Bieber incendió de nuevo el escenario con sus éxitos "Love Yourself" y "Sorry" antes de ganar el Brit a mejor artista masculino internacional.
El mismo premio pero en la categoría femenina fue a parar a las manos de la islandesa Björk, a la vez que los australianos expertos en rock psicodélico Tale Impala consiguieron hacerse con el reconocimiento a mejor banda internacional.
Las nuevas promesas del pop electrónico británico, el trío Years and Years y la pelirroja y carismática Jess Glynne, se fueron con las manos vacías a pesar de optar a cuatro y tres galardones cada uno.
Para sorpresa de asistentes y expertos, el premio a artista revelación, que concede el público a través de una votación por internet, no fue a parar a ninguno de ellos dos sino a la banda de rock galesa Catfish and the Bottlemen.
Los premios de la industria musical británica le rindieron homenaje al fallecido David Bowie con el galardón Brit Icon, que conmemora la aportación que hizo a la cultura mundial con su trabajo.
La gala se caracterizó por un imponente despliegue audiovisual, que incluía diversas pantallas LED, que mostraron todo su poder durante la actuación de Glynne, quien se metió dentro del universo para hacer vibrar al público con "Ain't Gor Far To Go", "Don't Be So Hard On Yourself" y el himno "Hold my hand", que le valió una de las ovaciones más fuertes de la noche.
La intérprete de temas como "Someone Like You" se llevó también a su casa el galardón a mejor solista femenina del Reino Unido, mejor canción por "Hello" y el premio que reconoce su éxito global.
De todas las categorías en las que estuvo nominada, la única que se le escapó fue la de mejor vídeo, que ganaron los jóvenes One Direction por "Drag Me Down".
Los otros vencedores de la noche fueron Coldplay, que se alzó con el trofeo a mejor banda, y James Bay, quien recogió el Brit a mejor solista masculino con sus característicos tejanos y sombrero de ala ancha.
La británica de 27 años se llevó el primer premio de la noche, mejor solista femenina, y tras recibirlo no le tembló la voz para mostrarle su apoyo a la intérprete Kesha y dedicarle la estatuilla.
Adele se solidarizó con la cantante de "Tik Tok", después de que la justicia le denegara romper su contrato con Sony y así dejar de trabajar con el productor Dr. Luke, a quien denunció por acoso sexual.
La rubia volvió a subir al escenario del macroestadio del O2 para recibir su premio a mejor canción por "Hello", no sin que antes el canadiense Justin Bieber le diera un beso en la mejilla que causó furor en las redes sociales.
"No me esperaba esto para nada con todas las canciones que tengo. Esto se está yendo de las manos", comentó con una gran sonrisa.
La gala comenzó con una explosión de colores y fuego gracias a la banda Coldplay, que hizo que todo el público coreara "Hymn For The Weekend" mientras el O2 se inundaba de una lluvia de pétalos de flores.
Los británicos marcaron un doble récord al convertirse en la primera formación del Reino Unido que gana cuatro veces el premio a mejor grupo y en la banda más laureada de la historia de los Brit, ya que desde hoy cuentan en su estantería con nueve estatuillas.
"Nos gustaría dedicar este premio a todos los jóvenes músicos que se encuentran en campos de refugiados de todo el mundo", remarcó el vocalista de la banda, Chris Martin.
La gala de los Brit 2016 será recordada por ganarle la partida a los Grammy, ya que Adele conquistó al público con una actuación de "When We Were Young" libre de fallos técnicos y por el regreso de Rihanna a los escenarios, después de que cancelara a última hora su actuación en los citados premios por problemas médicos.
La cantante de Barbados protagonizó uno de los momentos más comentados de la gala cuando, con melena corta, imagen urbana y pantalones con flecos, se puso en frente del rapero Drake para bailar a ritmo de "twerk" - el baile que popularizó Miley Cyrus y que consiste en mover el trasero - su canción "Work".
Arropado por una hoguera y acompañado a la guitarra por James Bay, Justin Bieber incendió de nuevo el escenario con sus éxitos "Love Yourself" y "Sorry" antes de ganar el Brit a mejor artista masculino internacional.
El mismo premio pero en la categoría femenina fue a parar a las manos de la islandesa Björk, a la vez que los australianos expertos en rock psicodélico Tale Impala consiguieron hacerse con el reconocimiento a mejor banda internacional.
Las nuevas promesas del pop electrónico británico, el trío Years and Years y la pelirroja y carismática Jess Glynne, se fueron con las manos vacías a pesar de optar a cuatro y tres galardones cada uno.
Para sorpresa de asistentes y expertos, el premio a artista revelación, que concede el público a través de una votación por internet, no fue a parar a ninguno de ellos dos sino a la banda de rock galesa Catfish and the Bottlemen.
Los premios de la industria musical británica le rindieron homenaje al fallecido David Bowie con el galardón Brit Icon, que conmemora la aportación que hizo a la cultura mundial con su trabajo.
La gala se caracterizó por un imponente despliegue audiovisual, que incluía diversas pantallas LED, que mostraron todo su poder durante la actuación de Glynne, quien se metió dentro del universo para hacer vibrar al público con "Ain't Gor Far To Go", "Don't Be So Hard On Yourself" y el himno "Hold my hand", que le valió una de las ovaciones más fuertes de la noche.
ALEJANDRO SANZ LLENA DE ROMANTICISMO EL ESCENARIO DE LA QUINTA VERGARA
Después de la vorágine mediática que engulló al madrileño tras salir en defensa de una mujer maltratada en su último concierto, este jueves la música de Alejandro Sanz volvió a ser la única protagonista del espectáculo que ofreció durante la tercera jornada del Festival de Viña del Mar.
Las luces se apagaron y un griterío ensordecedor encendió el anfiteatro de la Quinta Vergara. Sanz apareció por la gradas, entre sus enfervorizadas seguidoras, y recorrió los metros que le separaban del escenario al grito de "¡Chi, chi, chi, le, le, le!": El músico estaba en su salsa.
"Me da muchísimo gusto estar aquí esta noche. Se ven más guapas y guapos que nunca. ¡Viva Chile!", vociferó el cantante.
El madrileño con raíces andaluzas invitó a sus seguidores a viajar a través de sus grandes éxitos y a curar sus 'corazones partíos' con dosis de almíbar y jarabe de su nuevo álbum "Sirope" (2015).
Con "Quisiera ser", "El alma al aire" y "Desde cuándo" -tema que interpretó junto a la mexicana Paty Cantú- el compositor del himno "Corazón Partío", puso el tono de un emotivo concierto de una hora y cuarto que deleitó a las 15.000 almas que abarrotaban el anfiteatro de la ciudad costera chilena.
Este fue su primer recital después de que el pasado sábado, Sanz se convirtiera en un símbolo de la lucha por la erradicación de la violencia de género al interrumpir su concierto en México para expulsar a un hombre que estaba maltratando a su mujer.
El valiente gesto, más eficaz que cualquier campaña de concienciación, desató una oleada de cumplidos de personalidades como Antonio Banderas e instituciones como la Policía Nacional, sin embargo, Sanz no le quiso dar más importancia. "Cualquiera habría hecho lo mismo", dijo este martes en Chile durante una rueda de prensa.
A sus 47 años, el artista español con mayor número de premios Grammy ha vendido más de 23 millones de copias y ha colaborado con iconos de la talla de Alicia Keys, Juan Luis Guerra o Tony Bennet.
Uno de los momentos más emotivos de la velada llegó con la melancólica "Y, ¿Si fuera ella?", una de las melodías de su álbum "Más" (1997) -reconocido por la crítica como uno de los más sólidos de la historia de la música española-, que el público entonó a pleno pulmón.
Javiera Mena, la estrella latinoamericana del electropop se atrevió a acompañar al artista con la flamenca "Corazón partío", convertido en uno de los éxitos intergeneracionales del pop español.
La cantante chilena, representante de la nueva ola musical del país austral, subió al escenario visiblemente nerviosa, olvidó parte de la letra de la canción y desafinó en distintos momentos.
A continuación, el músico caracterizado por su sensibilidad innata para hablar de la vida y el amor invitó también a la exvocalista de Mecano, Ana Torroja, a acompañarlo con "Un zombi a la intemperie", el primer sencillo de su nuevo trabajo.
"Estar aquí es como una canción nueva. ¡Ruge Viña!", gritó Sanz pletórico.
La rítmica "Looking for paradise", que el español grabó junto a la cantante y compositora de R&B Alicia Keys, consiguió poner en movimiento los esqueletos de los millares de asistentes, quienes vibraron con la brillante interpretación de Sara Devine, una de sus coristas que acompañaron a Sanz durante todo el espectáculo.
El rompecorazones español también echó mano de clásicos como "No es lo mismo", "Viviendo deprisa" o la romántica "A que no me dejas", una pequeña joya emocionante y desgarradora de su última producción.
Sanz abandonó el escenario de Viña del Mar por donde había venido, entre sus incondicionales, quienes esta noche disfrutaron de un concierto
Las luces se apagaron y un griterío ensordecedor encendió el anfiteatro de la Quinta Vergara. Sanz apareció por la gradas, entre sus enfervorizadas seguidoras, y recorrió los metros que le separaban del escenario al grito de "¡Chi, chi, chi, le, le, le!": El músico estaba en su salsa.
"Me da muchísimo gusto estar aquí esta noche. Se ven más guapas y guapos que nunca. ¡Viva Chile!", vociferó el cantante.
El madrileño con raíces andaluzas invitó a sus seguidores a viajar a través de sus grandes éxitos y a curar sus 'corazones partíos' con dosis de almíbar y jarabe de su nuevo álbum "Sirope" (2015).
Con "Quisiera ser", "El alma al aire" y "Desde cuándo" -tema que interpretó junto a la mexicana Paty Cantú- el compositor del himno "Corazón Partío", puso el tono de un emotivo concierto de una hora y cuarto que deleitó a las 15.000 almas que abarrotaban el anfiteatro de la ciudad costera chilena.
Este fue su primer recital después de que el pasado sábado, Sanz se convirtiera en un símbolo de la lucha por la erradicación de la violencia de género al interrumpir su concierto en México para expulsar a un hombre que estaba maltratando a su mujer.
El valiente gesto, más eficaz que cualquier campaña de concienciación, desató una oleada de cumplidos de personalidades como Antonio Banderas e instituciones como la Policía Nacional, sin embargo, Sanz no le quiso dar más importancia. "Cualquiera habría hecho lo mismo", dijo este martes en Chile durante una rueda de prensa.
A sus 47 años, el artista español con mayor número de premios Grammy ha vendido más de 23 millones de copias y ha colaborado con iconos de la talla de Alicia Keys, Juan Luis Guerra o Tony Bennet.
Uno de los momentos más emotivos de la velada llegó con la melancólica "Y, ¿Si fuera ella?", una de las melodías de su álbum "Más" (1997) -reconocido por la crítica como uno de los más sólidos de la historia de la música española-, que el público entonó a pleno pulmón.
Javiera Mena, la estrella latinoamericana del electropop se atrevió a acompañar al artista con la flamenca "Corazón partío", convertido en uno de los éxitos intergeneracionales del pop español.
La cantante chilena, representante de la nueva ola musical del país austral, subió al escenario visiblemente nerviosa, olvidó parte de la letra de la canción y desafinó en distintos momentos.
A continuación, el músico caracterizado por su sensibilidad innata para hablar de la vida y el amor invitó también a la exvocalista de Mecano, Ana Torroja, a acompañarlo con "Un zombi a la intemperie", el primer sencillo de su nuevo trabajo.
"Estar aquí es como una canción nueva. ¡Ruge Viña!", gritó Sanz pletórico.
La rítmica "Looking for paradise", que el español grabó junto a la cantante y compositora de R&B Alicia Keys, consiguió poner en movimiento los esqueletos de los millares de asistentes, quienes vibraron con la brillante interpretación de Sara Devine, una de sus coristas que acompañaron a Sanz durante todo el espectáculo.
El rompecorazones español también echó mano de clásicos como "No es lo mismo", "Viviendo deprisa" o la romántica "A que no me dejas", una pequeña joya emocionante y desgarradora de su última producción.
Sanz abandonó el escenario de Viña del Mar por donde había venido, entre sus incondicionales, quienes esta noche disfrutaron de un concierto
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