Las misivas contenían ricina, una potente sustancia tóxica.
Un juez federal en Texas condenó a Richardson, de 36 años, a la máxima pena por su delito, 18 años de cárcel, más una indemnización de 367.000 dólares.
La madre de seis niños pidió clemencia y dijo que ya había pagado un precio muy alto al haber sido separada de sus hijos.
Las misivas con el veneno, enviadas y detectadas en mayo del año pasado, iban acompañadas con una nota que decía: "Lo que hay en esta carta no es nada comparado con lo que tengo planeado para ti".
"Tendrás que matarnos a mí y a mi familia antes de llevarte mis armas", rezaba también la nota enviada a Obama y Bloomberg, ambos defensores de un mayor control de las armas en EE.UU.
Richardson, natural de New Boston (Texas), originalmente alertó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) de que era su marido quien había enviado las cartas.
A mediados de abril del 2013 una carta con ricina fue enviada a Obama y otra con el mismo veneno al senador republicano Roger Wicker, ambas firmadas con la frase "Soy KC y apruebo este mensaje".
La carta dirigida a Obama fue interceptada en una oficina en un control rutinario, pero creó mayor alarma por una posible vinculación con los atentados de Boston del 15 de abril del 2013, algo que fue rápidamente descartado.
Una tercera carta de apariencia sospechosa fue enviada a la oficina del senador demócrata Carl Levin en su estado natal, Michigan.
