El saxofonista Sandy Gabriel tiene varias razones para sentirse bien. Por un lado ayer salió rumbo a Siria, como parte de la gira que llevará por primera vez al Medio Oriente el merengue sinfónico, junto a otros músicos dominicanos.Por otra parte, prepara el lanzamiento de su primer álbum, un disco que contará con la participación del reconocido pianista cubano, Chucho Valdés.
Conocido por el particular sonido que ha dado su saxo al jazz dominicano, Gabriel entiende que las cualidades que se ha de tener para tocar su instrumento son: “disciplina, un buen profesor, curiosidad y estar al tanto de las nuevas tecnologías”, expresa el artista nacido en 1972, a lo que añade escuchar mucha música.
La vena artística le viene de familia, ya que su padre, Sócrates Gabriel, fue el director de El Combo Candela, que tuvo incidencia en la música popular dominicana de los años 70. “De él aprendí todo”, asegura, y que en la adolescencia empezó a estudiar con su progenitor, el instrumento que hoy toca.
Sandy, quien ha seguido el camino de las fusiones en sus composiciones, reparte su vida profesional entre la instrumentación, la composición, los arreglos musicales y la producción para sí y para otros artistas.
Aunque en ese sentido ha realizado este trabajo para comerciales, discos y espectáculos, como el Big Band Núñez o “Asondeguerra” de Juan Luis Guerra, no ha puesto su arte al servicio del merengue urbano. “Ningún músico bueno está tocando merengue de calle”, comenta Sandy Gabriel, mientras era entrevistado.
El jazzista, quien considera que no hay música buena y mala, sino que depende de quien la haga y la interprete, añadió que a este género urbano le hace falta asesoría, arreglistas de calidad y buenos productores.
Para finales de marzo o principios de abril próximo, Sandy Gabriel pondrá en circulación su primera producción discográfica, que contendrá nueve o diez temas.
Sandy ha compuesto todos los temas, en los que explora el merengue, jazz, funky y latin, a excepción de dos que son autoría de Jairo Milanés.
Una de las obras que integra el álbum, es “Mambo influenciado”, autoría de Chucho Valdés y con arreglos del propio Sandy. En esta grabación el reconocido artista cubano toca el piano.
“El músico que no tenga una mano amiga no trasciende”, explica el también flautista y clarinetista, quien espera que el nombre del famoso jazzista, hijo de Bebo Valdés, sirva para mercadear el trabajo discográfico en el extranjero.
Saxo sinfónico
La versatilidad de este instrumentista le ha permitido no limitarse a un solo género. Es por eso que también ha tenido la oportunidad de tocar música sinfónica.
De hecho, en estos momentos Sandy Gabriel se encuentra en Damasco, Siria, país en el que tocará con la Orquesta Sinfónica Siriana, el día 22 de este mes, en la Casa de la Ópera de la mencionada capital, y el 27, en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes.
Junto a él están otros 14 instrumentistas que viajaron a la citada región para reforzar la orquesta, que será dirigida por José Antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica Nacional.
En estos conciertos, en los que se tocará por primera vez merengue sinfónico en esas partes del mundo, serán interpretados, “Ella”, de Luis Rivera; “Amorosa”, de Salvador Sturla; “Dilema”, de Juan Lockward; “Papá Bocó”, Manuel Sánchez Acosta y “Caña brava”, de Antonio Abreu.
En adición a estos, se interpretará también “Concierto de saxofón alto”, de Bienvenido Bustamante, que tendrá como solista a Sandy, quien recuerda que esta obra fue escrita para el fallecido Tavito Vásquez. “Pero no llegó a tocarla”, sostiene el músico al tiempo que agrega que ha sido grabada por Choco de León y por el cubano Paquito D’ Rivera, este último con la Sinfónica de Londres, dirigida por el maestro José Antonio Molina.
ORIGEN Y EXPERIENCIA
Sandy Gabriel nació en Nagua y a los nueve años se trasladó a Puerto Plata. Su interés por el instrumento le viene de su padre, Sócrates Gabriel, saxofonista y director del “El Combo Candela”, popular agrupación de Nagua en los años sesenta y setenta.
Ha actuado en festivales de jazz de Puerto Plata y Heineken, en los que ha tocado junto a músicos de la talla de Néstor Torres, Tito Puente, Sergio Mendes, Spyro Gyra, Paquito de Rivera, Chucho Valdés y otros.
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