Para muchos, hablar de merengue es hablar de República Dominicana, pero también es cierto que el ritmo de la güira, la tambora y el acordeón (como era en un principio) ha dejado de ser criollo para ser disfrutado por el mundo entero.
Desde Puerto Rico hasta Japón, el nombre de está música tan contagiosa se ha paseado con los diferentes exponentes que hay en suelo Dominicano y también con algunos extranjeros que lo han adoptado. Es justo una de las razones que motivó a los senadores Edi Fernando Mateo Vásquez y Manuel Antonio Paula para introducir una iniciativa ante el Senado a través de la cual se solicita a la Unesco, que el merengue sea declarado patrimonio intangible de la humanidad.
Esta iniciativa fue acogida y convertida en la resolución número 00632-2011 el pasado miércoles.
La noticia fue recibida con beneplácito no solo por los legisladores que la impulsaron, sino por gestores culturales y veteranos músicos como Dioni Fernández y Manuel Tejada.
Motivos
Otra de las razones son los 168 años que el ritmo tiene sonando en el mundo.
“Estuve en una feria cultural en España y un gestor dominicano hizo la propuesta y yo la asumí. Esta iniciativa busca presentarle no sólo a los dominicanos nuestra música sino al mundo. He recibido apoyo no solo en el país sino fuera, que están de acuerdo en que prospere”, cuenta el senador por Barahona, Edi F. Mateo.
El que el merengue sea declarado por la Unesco como patrimonio de intangible de la humanidad será una excelente noticia para Manuel Tejada, músico y productor responsable de muchos éxitos que se han popularizado a ritmo de merengue desde hace varias décadas.
“Muy valioso y además merecido por el merengue, porque es una música que ha acompañado a nuestro país en diferentes etapas y pasó de ser una música rural a una de reconocimiento mundial, como poca música del Caribe”, señaló Tejada.
El maestro Dioni Fernández comparte la opinión de Tejada y destaca que le parece interesante partiendo de que nuestra música es saboreada y disfrutada por muchas personas en el exterior”.
Tras la aprobación de la resolución, las autoridades culturales que incluyen al Ministerio de Cultura y al propio presidente Leonel Fernández, deberán impulsar la misma para que sea presentada ante la Unesco en la próxima asamblea que se llevará a cabo en el mes de noviembre en París, según nos aclara el senador Mateo Vásquez.
“Está en manos del Gobierno que se le dé seguimiento a esta iniciativa y de la comisión que se escoja para representar al país ante la gran asamblea que realiza la Unesco cada dos años”.
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