“Cuando me enfermé empecé a escribir un diario de cómo me iba sintiendo, cómo iba trabajando la quimioterapia y todo el mundo me preguntaba: ‘¿Cuándo vas a escribir un libro?’”, cuenta ella.
“En ese momento no estaba preparada y aunque sí lo pensé, no fue hasta después de que pasé el divorcio que me animé a visualizarme más escribiendo. Realmente fue un buen proceso para mí. Cuando leí esa primera introducción, recuerdo que lloré mucho. Era como plasmarlo, verlo ahí y sí me llegó mucho. Quizás hasta que lo vi ahí, no pensaba que nada de lo que me pasó era real”.
Acerca de Fonsi, López dice: “No escribí este libro pensando en él. Escribí este libro pensando en mí y en otras mujeres que puedo ayudar, que pueden pasar por la misma situación que yo -tanto con mi enfermedad como por una separación de un ser que uno ama o que uno amó-. Ya nosotros tenemos vidas diferentes y lo que él piense o quiera no es importante para mí. Lo voy a querer y lo voy a respetar toda la vida”.
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