No eran una ni dos, sino múltiples las motivaciones para asistir a la trigésima edición del Día Nacional de la Zalsa y así lo entendió el público que en el día de ayer, domingo, abarrotó el estadio Hiram Bithorn, en Hato Rey, en fidelidad a su género.
El público salsero tenía ante sí la celebración de tres décadas de su máximo encuentro con sus figuras favoritas; una oferta musical que destiló sabor desde el arranque y la oportunidad de rendirle tributo a quien por años entregó su vida a la salsa, el fenecido locutor y productor Pedro Arroyo.
Desde temprano en la mañana, hombres y mujeres de todas las edades y con mucha hambre de fiesta llegaron al estadio, iniciando así la masiva rumba. Unos la montaron desde la arena o las gradas, y otros prefirieron quedarse en las inmediaciones con cerveza en mano. También sonaban sus cencerros, congas y maracas.
El banquete musical, irónicamente, no se sirvió con salsa, sino con la plena de Barreto y su Plena. La clave la marcó José Lugo y el Guasábara Combo, que desde su entrada a la tarima comenzó a sorprender con sus invitados. Con el conjunto cantaron el cubano Isaac Delgado y el intérprete urbano Tego Calderón, quien, apoyado de muletas, gritó: “Los quiero Puerto Rico, pu...”.
“El Abayarde” confesó ser un “salsero frustrao”. Tan natural es su atracción por el género tropical que dijo sentirse más cómodo entre los salseros que con los reguetoneros. Para Calderón, fue la segunda participación en el evento de la emisora Z-93, de SBS. Ya con el sol en su nivel más intenso, comenzó el mazacote de uno de los tres homenajeados, Pedro Conga y la Orquesta Internacional. El mal y yo, Juaco muerte, Parece y Rey el chin fueron la antesala a la participación de Maelo Ruiz. La fuerza interpretativa del cantante se impuso en eróticos temas como Atrévete y Ladrona de amor. Mientras, desde la primera fila, Betsy Santos, de Cayey, destacó la seguridad y organización de la producción que, a nivel ejecutivo, estuvo a cargo de Carlos Vigoreaux. Asimismo lo disfrutaban los colombianos Sandra Alzate y Diego Escobar, quienes, movidos por la promoción del concierto en la Internet, viajaron a la Isla. “Ha sido espectacular y la gente muy amable”, comentó Alzate.
El segundo reconocimiento de la jornada fue para la orquesta La Mulenze, que se lució con Pedro Brull cantando Buscando aventura, Te amo en silencio y No te vayas todavía. El cantante reconoció la importancia de realizar este tipo de encuentros masivos, que inviten a la camaradería. Alex López, Wichi Camacho y Rafy Andino también acompañaron a La Mulenze.
Dentro de la oferta artística, el sonero Cano Estremera era uno de los grandes atractivos, lo que, sin duda, alimentaba el ego del artista, que no dejó escapar momento para proclamarse el mejor. La trayectoria de cerca de cuadro décadas del cantante fue reconocida en su regreso al Día Nacional de la Zalsa después de 15 años ausente.
“El homenaje lo recibo con humildad, que es algo con lo que yo me identifico muy poco”, dijo el Cano, que para no dejar de llamar la atención vistió camisa y tenis turquesa y pantalón amarillo.
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