LAS DIVAS Y SUS EXIGENCIAS CUANDO HACEN UN CONCIERTO

Cuando comenzaron los comentarios de que Jennifer López no actuaría en la ceremonia de apertura del Mundial de Fútbol en Brasil, se mencionó que todo se debió a que a la chica del Bronx le salió lo de diva. Es decir, se puso con demasiadas exigencias, difíciles de complacer, así que no había llegado a un acuerdo  con la Fifa. Para consuelo de muchos, todo se arregló y la cantante aceptó la invitación.

Este incidente no es de soprender porque a la hora de un artista ofrecer un concierto, los pedidos son la orden del día.

Cuando Beyoncé se presentó en Brasil el año pasado, el periódico El País reseñó que como parte de su gira mundial “Mrs Cater Show” pidió tres camerinos distintos: uno para relajarse, otro para maquillarse y peinarse, y un tercero para ser usado como vestidor. Asimismo, los camerinos debían  estar recién pintados de color blanco y con cortinas seleccionadas por ella.  Pero lo que más impactó fue que pidió que el papel higiénico fuera de color rojo.

Otro que se pone exigente es Paul McCartney, quien pide siempre que las toallas en su camerino sean negras.

La lista de Lady Gaga es más larga que la que hacemos para la compra. La cantante exige que antes del show no falten: frutas con cáscara, agua embotellada, café, vino blanco, vino tinto, cervezas, pan integral blanco y pechugas de pollo a la parrilla, entre muchos.

Britney Spears no se queda atrás. Se dice que cuando aceptó ser juez en “The X Factor”, además de una larga lista de goodies, pidió tener a su disposición profesionales que le hicieran manicura,  limpieza facial y el masajes terapéuticos.