No le pesa estar casi hora y media maquillándose para aparecer en el escenario convertida en la Reina del Latin Soul, como ocurrirá esta noche y mañana en la Sala de Drama del Centro de Bellas Artes de Santurce.
“Quien no conozca a La Lupe y venga a ver mi espectáculo se va a enterar de que fue una artista maravillosa, adelantada a su época. Antes de Madonna y Lady Gaga, hubo una mujer electrificante”, expresó la actriz sobre la cantante.
La Reina, la Lupe... el Musical es una producción que incluye 14 números musicales, una orquesta en vivo y dos bailarines.
“Se han incorporado muchas proyecciones de diferentes momentos de su carrera. Hay muchos visuales que crean un mundo mágico de nostalgia. Es un verdadero homenaje a su trayectoria”, agregó.
Esta vez, a diferencia de puestas en escena anteriores, no habrá escenografía. En vez, se emplearán pantallas gigantes para mostrar una serie de proyecciones. Todo el peso del espectáculo recae sobre la actriz, quien intercala el repertorio musical con anécdotas y relatos que van tejiendo momentos importantes en la vida de la intérprete fallecida en 1992.
Hace 13 años que Sully Díaz interpreta a Lupe Victoria Yolí Raymond, cantante cubana que gozó de gran popularidad. Basta que un productor de espectáculos se lo pida para que dé inicio su transformación.
“Yo me lo creo. No me molesta hacerlo. Me da una emoción enorme”, continuó.
La fuerza dramática que caracterizó a la voz de temas como La tirana, Besito pa’ ti y Se acabó es uno de los rasgos que Sully tiene muy presentes al momento de su interpretación.
“La energía que ella tenía es el 10% de lo que tiene una persona cualquiera. Parecía como si ella echaba chispas por los dedos. Es impresionante ver su dramatismo y la forma en que la música la hacía sentir”.
La Reina, la Lupe... el Musical es una producción de Rafael Albertori. Las funciones están programadas para las 8:30 p.m. y los boletos están disponibles en el (787) 792-5000 o www.tcpr.com
¿Quién fue?
Lupe Victoria Yolí Raymond nació en diciembre de 1936 en Santiago de Cuba.
Inició su carrera cantando en clubes habaneros, mientras completaba estudios para ser maestra.
Su forma de cantar no era bien vista por el régimen de Fidel Castro, así que se exilió en Nueva York.
Fue la primera artista en cambiarse el vestuario durante una presentación.
Grabó varios discos con Tito Puente y vivió en los años 60 el momento de mayor popularidad. Lanzó en total casi 20 álbumes.
A finales de los 80 se convirtió al evangelio e interpretó música sacra.
En febrero de 1992 sufrió un paro cardiaco mientras dormía.
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