Jenny Blanco se maneja en bajo perfil en los últimos tiempos. Su presencia en la televisión ha mermado luego de su salida del programa diario “De extremo a extremo” (Digital 15).
“Es cierto que como figura ya no tengo la misma incidencia porque solo hago televisión sabatina. Yo decidí dejar la televisión diaria para hacer otras cosas. Mi objetivo es proyectarme en el mercado de Miami”, manifestó en entrevista con LISTÍN DIARIO.
Por esa razón ella decidió dejar la plataforma que le ofrecía Digital 15 y salió en busca de preparación y otras experiencias. Primero buscó representar el país en Miss Mundo 2014 y por razones de edad fue descalificada para participar.
Luego estuvo a punto de ser parte de las concursantes de Nuestra Belleza Latina y problemas con su visado norteamericano le impidieron quedarse en Estados Unidos para ser parte de este concurso de la cadena Univisión.
“No pudo ser, pero no soy de las que se lamentan y se detienen. Yo continuaré buscando una brecha para lograr mis metas”, agregó. Jenny confía en que logrará sus sueños, de la misma manera que lo hizo la dominicana Mariela Encarnación con su llegada a CNN. Ve en Mariela un ejemplo a seguir.
En los primeros seis meses del año la presentadora tomará un curso de actuación, durante seis meses, con el actor mexicano Sebastián Ligarde. Este 2015 también tiene una participación en la película “Todo incluido”, de Roberto Ángel Salcedo.
Tema actual
La nueva generación de presentadoras de la televisión local atraviesa por un escrutinio de parte de la sociedad. Los escándalos de narcotráfico en los que se han visto involucradas algunas de ellas, más el mote de “megadivas” y “chapeadoras”, ha puesto en tela de juicio el rol que deberían desempeñar en la pantalla chica. Jenny Blanco prefiere no opinar al respeto. Se abstiene de hablar de lo que está pasando con sus colegas. Entiende que muchas de estas acusaciones salen fruto “de la desmedida libertad de expresión que, en los últimos años, se ve a través de las redes sociales y páginas de blog, en las que ‘pseudoperiodistas’ se han dedicado a criticar y escribir de farándula sin criterio”.
Prefiere no abordar sobre el término “chapeadoras”, ni cree que la realidad que viven las nuevas presentadoras de la televisión pueda ser una crisis de moral. Mas entiende que sí existe una crisis social, que lo que está sucediendo es fruto de esta realidad.
“Lamentablemente aquí cualquiera ejerce la función de periodista, y no lo es, provoca escándalos y se inventa situaciones que no son ciertas, y luego esto sale publicado, entonces la gente lo asume como una realidad, sin serlo”, explicó.
Sueños
Seguirá trabajando para lograrlo
La presentadora, que labora actualmente para “Sábado extraordinario” (Digital 15), aclara que nunca tuvo una obsesión con ser reina de belleza. “Si busqué insertarme en esos concursos el pasado año, era buscando la manera de cómo llegar, como comunicadora al mercado de Miami. Ese es mi sueño y lo voy a conquistar. Este 2015 voy a continuar trabajando para lograrlo”. Actualmente su corazón está ocupado, pero aclaró que no es pelotero.
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