La polémica en torno a la falta de diversidad en las candidaturas de los Óscar está en su punto álgido tras las valoraciones de Michael Caine y de la nominada Charlotte Rampling, quien considera que el debate resulta "racista" hacia los actores blancos.
"Hay muchísimos actores negros. No puedes votar a un actor por el hecho de ser negro. No puedes decir: 'Voy a votar por él. No es muy bueno, pero es negro. Lo votaré'. Tienes que hacer una buena interpretación", valoró el intérprete de 82 años durante una entrevista en BBC Radio 4.
La leyenda británica, eso sí, se sorprendió por la ausencia entre los nominados de Idris Elba por su trabajo en "Beasts of No Nation".
"Pienso que estuvo magnífico. Pensé que lo nominarían. ¿No lo han hecho?", indicó.
Cuando el periodista le explicó que no estaba entre los candidatos, la respuesta de Caine fue: "Bueno, mira mi caso. Gané el premio al mejor actor de los European Film Awards (por "Youth") y no me han nominado para nada más".
"Hay que ser paciente. Claro que les llegará", valoró el célebre actor como consejo para sus compañeros de profesión negros. "A mí me costó años lograr un Óscar", agregó.
Más dura ha sido Rampling, nominada por primera vez a los Óscar por "45 Years", para quien el debate resulta "racista" para los blancos.
"Nunca se puede saber a ciencia cierta, pero tal vez los actores negros no merecían estar en la lista final", apuntó en declaraciones a la radio francesa Europe 1.
La dama británica de 69 años rechazó la idea de que la Academia fije unas cuotas para las nominaciones a los Óscar.
"¿Por qué clasificar a la gente? En la actualidad todo el mundo es más o menos aceptado. La gente siempre dirá: 'Ese es menos guapo, ese es demasiado negro, ese es demasiado blanco (...) ¿Pero tenemos que asumir por esto que debería haber más minorías en todas partes?", comentó.
En ese sentido se pronunció también el productor Gerald Molen ("Schindler's List"), que llamó "consentidos" a quienes protestan por la falta de inclusión en los Óscar.
"No existe racismo excepto para aquellos que crean el problema. Ese es el peor tipo de racismo. Emplear esa forma tan fea de protesta", indicó en declaraciones a The Hollywood Reporter.
Incluso cineastas afroamericanos, como es el caso de John Singleton, el primer negro en lograr una nominación como mejor director ("Boyz n the Hood", 1991), opinan que la situación no debería ser objeto de polémica y que los nominados no dependen de la raza, sino de la cantidad de películas con calidad suficiente para estar en la gran fiesta del cine.
"Solo hay unos cuántos espacios disponibles", afirmó el realizador en declaraciones a Variety. "Hay un par de películas que podrían haber atraído más la atención, pero todo es subjetivo. Es como la lotería", añadió.
Para Singleton, "la gente se queja cada año".
"La gente se queja incluso cuando tenemos muchas nominaciones. Llevo en esto 25 años y nunca se sabe. Es cuestión de suerte. A mí no me sorprende. Tampoco me decepciona", sostuvo.
La polémica se originó tras conocerse las candidaturas a los Óscar el pasado 14 de enero. Spike Lee y Jada Pinkett-Smith, esposa de Will Smith, fueron los primeros en poner el grito en el cielo y aseguraron que no acudirían a la cita en señal de protesta.
Tampoco lo harán el siempre incendiario Michael Moore ni Will Smith, que se sumó a las críticas de su mujer y manifestó que "la diversidad es el 'superpoder' de América". Incluso Tyrese Gibson y el rapero 50 Cent han pedido a Chris Rock, el presentador de la próxima edición de los Óscar, que renuncie.
En las últimas fechas, actores como Reese Witherspoon ("me gustaría ver un grupo más diverso entre los miembros votantes de la Academia"), Lupita Nyong'o ("decepcionada por la falta de inclusión en las nominaciones") o David Oyelowo ("la Academia no refleja lo que es esta nación") se han sumado a la polémica.
Viola Davis, nominada al Óscar por "Doubt" (2008) y "The Help" (2011), retrató con clarividencia la situación y apuntó que "los Óscar son un síntoma de un problema mucho mayor, que es el sistema de producción de películas en Hollywood".
"Las oportunidades no se equiparan al talento existente. Ha de haber muchas más oportunidades. Hay que invertir en ello", manifestó al programa Entertainment Tonight.
Davis se convirtió el año pasado en la primera negra que ganaba un Emmy como mejor actriz en una serie dramática, por "How to Get Away With Murder".
En su discurso de agradecimiento señaló: "Lo único que separa a las mujeres de color de las demás son las oportunidades. No puedes ganar un Emmy por papeles que, simplemente, no existen".
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