De su lista de deseos, la cantante cubana Albita Rodríguez ya puede colocar una marca de cotejo al lado del punto que se refería a grabar un disco que guardara la esencia de la música que caracterizó a La Habana de 1950.
Pero además de darse gusto, la vocalista quería contribuir a perpetuar ese sonido que distinguió, entonces, los trabajos de figuras como Machito y Benny Moré, y siente que con su nuevo álbum homónimo lo logró.
“Escogimos primero que todo que el sonido iba a ser una ‘big band’ por la época –Benny Moré, (Dámaso) Pérez Prado–, después empezamos a escoger los temas, lo que fue muy difícil porque fue una época llena de música de todas partes, no solamente la que se producía local cubana, sino la que venía de todas partes. Entonces, había que de alguna manera resumir eso”, comentó la artista .
“Yo traté de escoger, de decidirme por cosas que me gustaran mucho y que interpretativamente fueran interesantes para mí. Son todos temas que tuvieron una importancia. Además, hay boleros de Juan Arrondo, que fue un hombre muy prolífero en aquel entonces en La Habana; de Juanito Márquez, hay un popurrí de Benny Moré porque había que hacerle un homenaje a él porque es la figura cubana más representativa de esa época. Haciendo investigación yo descubrí que en aquella época una de las artistas más populares era Mirta Silva y encontré ese vídeo en YouTube de Mirta cantando Loca, me fascinó”, continuó.
Este último tema lo grabó con la diva ponceña Ednita Nazario, con quien mantiene una estrecha amistad. La colaboración para Loca se dio durante un encuentro de las intérpretes en Miami, luego de que la puertorriqueña le preguntara cuándo harían algo juntas.
“A ella le encantó la idea de cantar algo bailable, algo soneado. Aquí lo canta y lo canta muy bien porque bueno, yo creo que no se puede ser boricua si no se canta con ritmo”, subrayó.
El trabajo discográfico cuenta además con duetos junto a Ana Gabriel, Alexandre Pires, Rafael Pollo Brito y Barbarito Torres.
Explicó que para darle al álbum la peculiar textura sonora de la década de 1950, se grabó tal como se hacía entonces.
“Los músicos ahí tuvieron que tocar mucho porque los arreglos son excelentes. Se grabó de arriba abajo porque ahora con (programas como) Pro Tools y todas estas cosas nosotros hacemos un corito y se copia 14 veces. Realmente, todo se hace mucho más fácil con la tecnología, pero para este tipo de trabajo, como era análogo, grabamos de arriba a abajo y si salía mal, tienes que volver a repetir. Hay arreglos, hay músicos tocando, hay cantantes cantando, hay coristas… Es música, no es un trabajo de fábrica”, detalló sobre los temas en los que, también, se empleó microfonía y técnicas de la época, y que resultó en un proyecto “carísimo”.
De otro lado, comentó que le sorprendió saber la vigencia que aún tienen las “big bands” en diferentes lugares del mundo. De hecho, indicó que tras el lanzamiento de Albita, ha recibido invitaciones de agrupaciones de este tipo para tocar sus temas.
“Aquí mismo está Humberto Ramírez. En México, hay ‘big bands’ que se van de gira y tocan, y me llamaron, que si voy a hacer gira a México y estamos conectados ya. En París, descubrimos un sitio donde solo tocan ‘big bands’, pero no, nosotros no somos los únicos locos. Hay mucha gente que apela a ese sonido”, abundó.
En Puerto Rico, adelantó, espera poder presentarse con su show en el que, además de cantar sus éxitos, espera poder presentar los temas de su disco en una atmósfera que apele a la música de La Habana de 1950.
La cita con su público boricua será el 1 de octubre en el Teatro Tapia, en el Viejo San Juan.
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