"Un juzgado español pidió una nueva prueba de ADN con la certificación de un laboratorio escogido por ellos"
Si alguien sabe escaparse de los líos, dimes y diretes es Julio Iglesias. El cantante español promocionó en todo el mundo a Punta Cana, en República Dominicana. Allí vivió durante muchos años y ha vendido casi todas sus propiedades. En Panamá aseguran que se muda para una de las áreas más chic, y su dinero estará en los bancos de allá.
Panamá es un paraíso fiscal y el lío de los llamados “Panamá Papers” puso al descubierto a artistas, ejecutivos y políticos con cuentas allí. Pero para Julio, la situación es que posiblemente le está huyendo de tener que pagarle a su alegado hijo, Javier Sánchez, el dinero que nunca le ha dado. Este lleva años tratando de demostrar que es hijo del cantante y asegura que la prueba de ADN fue positiva.
Javier tiene 41 años. Unos investigadores buscaron en la basura de la residencia de Julio Iglesias en Indian Creek, en la Florida, e hicieron la prueba de ADN con material allí encontrado y alegan que el resultado confirmaba en un 99.9% que Javier es su hijo.
Un juzgado español pidió una nueva prueba de ADN con la certificación de un laboratorio escogido por ellos. Esta semana, los abogados fueron a emplazar a Julio en su residencia en España, pero éste no apareció y sus empleados no aceptaron recibir el documento. Durante más de 12 horas se quedaron esperando que alguien recibiera el emplazamiento. Los reporteros estaban atentos, por lo que Julio podía ver en su televisor los que lo estaban esperando.
Ahora los abogados de Javier Sánchez solicitaron que el juez autorice un edicto público para que Julio se entere que debe realizarse la prueba de ADN. Pero mientras más tiempo pase más difícil será saber dónde está el dinero de la venta de las propiedades y menos dinero le tocaría a Javier, si finalmente se demuestra lo que él dice que es el hijo del intérprete de Soy un truhán, soy un señor.
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