Luisito Martí fue sepultado como vivió: con el sonido de los aplausos. Su sepelio congregó una gran cantidad de gente que le profesó su admiración.
A la despedida del polifacético artista acudió el presidente Leonel Fernández, quien aprovechó para destacar las cualidades de Martí y justificar la presencia de la multitud que llegó al camposanto a decir adiós a su querido artista.
“El testimonio del pueblo hoy es un testimonio de solidaridad, afecto, cariño y amor”, sostuvo el mandatario.
Junto a los familiares del humorista, músico, actor de cine y productor de televisión, Fernández se sumó a un acto en el que no se enterraba a un particular sino a un personaje que se hizo parte de esa gente que se reunió para su despedida.
“Sin duda alguna hemos asistido a la más extraordinaria y espontánea manifestación de duelo y solidaridad que el pueblo dominicano haya tributado en los últimos años”, añadió el presidente.
Y es que ese público al que tanto divirtió le rindió el más bello de los tributos.
Entre aplausos de una multitud que de manera espontánea lo acompañó durante el trayecto que recorrió el cortejo fúnebre desde la funeraria Blandino, en la avenida Abraham Lincoln, hasta el cementerio Cristo Redentor en Santo Domingo Norte.
Con flores, banderas, carteles en los que escribieron sus muestras de cariño, y lágrimas en los ojos a un artirsta que puso a bailar y a reir por más de 40 años.
Cuso Cuevas, su amigo
Entre los amigos de Luisito que estuvieron en su entierro se destaca uno que fue el responsable de que él iniciara su prolongada vida en el arte. Se trata del contrabajista Cuso Cuevas, quien se lo presentó a Johnny Ventura, que a la sazón buscaba músicos para lo que sería El Combo Show. Era el año 1962 y todo el mundo sabe lo que pasó después.
“Nos conocimos en la escuela Socorro Sánchez, de Villa Duarte. Él hacía el tercer curso y yo el quinto y a partir de ahí estuvimos juntos todo el tiempo”, recordó ‘Cuevita’, como es conocido en el medio artístico. Evidentemente afectado por el deceso de su amigo y compadre, el veterano músico declaró que junto con Martí vivió el tiempo en el que las jóvenes eran cortejadas con serenatas.
De esta manera, según comentó, Luisito enamoró a Milagros, su hoy viuda. “Milagritos vivía en Los Mina y nosotros íbamos a pie desde Villa Duarte”, confesó.
Amigos de infancia, los dos artistas compartirían este arte, primero en el grupo que dirigía Cuevas, Orfeo Negro. “Lo puse a tocar conga; yo tocaba la guitarra eléctrica”, dijo, y que luego de este grupo es que llegaron a la orquesta de Johnny Ventura.
“El primer ensayo de El Combo Show fue increíble”, rememoró el bajista, quien toca en con Los Magos del ritmo de Félix del Rosario, con Francis Santana, la orquesta de Banreservas, el grupo Maniel y realiza numerosas grabaciones, especialmente en producciones de salsa.
En la segunda mitad de la década de los años 70, Cuso y Luisito incursionaron en otra aventura musical. A la salida de Martí y Anthony Ríos formaron El Sonido Original.
“Nos reuníamos a las cinco o las seis de la tarde y hacíamos cosas inéditas; cosas bellísimas”, manifestó al hablar de la orquesta que mantuvo junto a su compadre Luisito hasta que éste decidió incursionar en otro arte, uno que lo daría a conocer y le haría desarrollar otras facetas de la enorme creatividad de que fue dueño: la comedia en la televisión y posteriormente la actuación en cine.
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