Sus canciones, su proyección pública y quizás sus expresiones le han formado una imagen de mujer fuerte que a ella le gusta, pero si algo ha sacudido a la cantante Gisselle, ha sido tener que enfrentarse en el tribunal con su ex pareja Roberto Alomar y la modelo Maripily.
“Todo este proceso para mí es bien difícil. Llevo muchos años en este negocio y jamás en la vida me había topado con una situación como ésta; fue una prueba de fuego para mí y para mi familia”, confesó hoy la artista en entrevista a través del portal primerahora.com.
“A veces me pongo a pensar y digo: ‘Dios mío, ¿lo habré hecho bien?’, pero entiendo también que uno en la vida a veces tiene que tomar decisiones que no son de su agrado, pero hay que darse a respetar”, anotó ante la mirada de su esposo, el pelotero Mickey Negrón.
Tan reciente como esta semana, un fallo del Tribunal de Primera Instancia en San Juan (Puerto Rico) desestimó el reclamo de daños y perjuicios contra el ex jugador de Grandes Ligas, Roberto Alomar, por la aparente exposición y contagio al virus de inmunodeficiencia humana (VIH), por lo que la vocalista tendrá que pagar cerca de cuatro mil dólares a su antiguo compañero.
Gisselle tuvo temor de haberse contagiado con el virus, pues la posibilidad afloró recién casada con Negrón.
“Cuando salió la noticia inicialmente, yo me bloqueé; yo me acababa de casar, mi esposo se desfiguró un poco y lo que queríamos era saber si era cierto o no para tomar unas medidas”, dijo quien está de vuelta en el género que la ha hecho brillar en el escenario, el merengue.
“Yo simplemente lo hice porque yo fui pareja de esta persona, yo intimé con esta persona. Tenía una preocupación muy genuina. Yo no soy doctor... ni siquiera sé si es cierto, porque él nunca ha querido decir”, precisó la también locutora antes de añadir que, de haber tenido un resultado positivo a la enfermedad, no se le hubiera acabado el mundo y hubiera buscado el tratamiento adecuado.
La voz del nuevo sencillo Invulnerable no duda que los sendos pleitos (contra Maripily mantiene una demanda por libelo y difamación) hayan tenido cierto impacto negativo con su imagen, pero no se arrepiente.
“Quizás muchas personas vean como que, pues, ‘muy bien que lo hiciste’, pero hay otras que piensan que Roberto es una víctima no sólo de ella, sino de mí también y no conocen lo que hay detrás, y yo no lo juzgo, creo que él ha sido muy astuto en cuidar su imagen muy bien, pero solamente quienes conocen a esta persona, entre cuatro paredes y un techo, sabemos lo que vivimos, y podemos entender el porqué de las cosas”, apuntó Giselle, quien estuvo ausente de los estudios de grabación por cinco años.
Su hijo Viadel, quien contempla ingresar a la milicia, fue uno de los suyos que se afectó con la situación que tanta exposición pública ha tenido.
“A veces se expresaba de una manera que nunca lo había escuchado, pero ya todos hemos superado esto, (aunque) todavía hay momentos que a mí me trabaja”, admitió.
En medio de esta vorágine de carácter personal y legal, Gisselle siente que ha vuelto a sus comienzos con las emociones que le provoca este regreso a la música.
“Me acostumbré a estar en mi casa. Yo soy supercasera, pero ya me pica la vena y quiero volver a traer la alegría de mi música”, concluyó.
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