Aprovechando el empuje que ha tenido la bachata gracias a precursores como Prince Royce y el grupo Aventura ( a los que José Enrique califica de “fenomenales”) se propone dar un toque aún más clásico, romántico y refinado a este género.
Su álbum debut compila 11 temas: 2 merengues urbanos, 8 bachatas y una balada. Uno de sus merengues “Llegaste tú” ya está sonando en emisoras locales , de las cuales, confiesa, ha recibido mucha ayuda.
“He recibido el apoyo de mucha gente que ha visto la calidad de mi música.
Me han ayudado sin pagar.
Eso es algo importante” aclara.
El lanzamiento de su nueva producción será el próximo 7 de julio en su Higuey natal. José Enrike, “The Voice in Love” (nombre artístico) tiene la alta pretensión de marcar la diferencia.
Con los arreglos de Elyn Rijo y desde los estudios “Big Swing” de Junior Mayor (quien fue director de la banda de Toño Rosario), el nobel artista trae una propuesta musical interesante.
Bachata para todos
“Me gustaría grabar bachata en otros idiomas. Pienso, si Dios quiere, utilizar la capacidad que tengo de hablar en otros idiomas para hacer una bachata en francés. Hacer fusiones con música brasileña. Nos hemos enfocado en mezclar con R&B, pero me gustaría con música árabe”, expresa.
Apuntó que la bachata es un género muy bueno para las fusiones: se le puede añadir desde violines hasta batería en vivo.
Ligado al mundo del turismo sabe como los extranjeros simpatizan con el ritmo: “Cuando tu le cantas una bachata a un turista se contagian, la disfrutan, aunque no saben lo que dice”.
Otra de sus aspiraciones es grabar muy pronto su primer video musical y hacer un dúo con un artista local.
Mientras tanto, Deaza sigue trabajando y dice tener amigos en Estados Unidos y Canadá, que tratan su música “como si fuera de ellos”. Relata que una señora se llevó 30 de sus cds para regalarlos en los Estados Unidos, a donde iba. Esa misma señora le pidió “¡Haz una canción en inglés!” por lo que está estudiando varios clásicos de música americana para convertirlas a bachata, tal como lo hiciera Prince Royce con “Stand by me” de Ben E. King.
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