Después de la primera autopsia realizada a Joan Rivers, los médicos forenses determinaron que la cirugía en las cuerdas vocales que se le realizaba a la comediante cuando le dio un paro respiratorio debió hacerse en un hospital, pues era algo muy arriesgado para ser una operación ambulatoria.
De acuerdo con New York Daily News, el 28 de agosto Rivers acudió al médico para hacerse una endoscopia, pero durante el examen descubrieron que tenía algo en las cuerdas vocales y decidieron realizarle una biopsia improvisada.
Sin embargo, según especialistas, un procedimiento de ese tipo solo se debe efectuar en un hospital que tenga todas las herramientas necesarias en caso de que se presente algún problema.
Cuando los médicos realizaban la operación, las cuerdas vocales de la comediante se cerraron de golpe y cortaron el suministro de aire. Mientras trataban de reanimarla, su corazón se detuvo. Fue en ese momento cuando los doctores a cargo de la cirugía llamaron al 911 para trasladarla de urgencia al hospital Mount Sinaí.
“Una biopsia de esa manera solo se debe realizar en un hospital”, señaló una fuente especializada al medio. “Si hubiese estado en uno cuando ocurrió el paro respiratorio, ella podría estar bien ahora”.
La comediante dijo en I Hate Everyone ... Starting With Me (Odio a todos... Empezando por mí), libro que publicó en el año 2012, que esperaba en su funeral “un gran escenario con luces, cámara, acción y cien por ciento Hollywood”. El pasado domingo su hija Melissa trató de cumplir ese deseo. La presentadora de Fashion Police también había dicho en broma, como acostumbraba hablar, que sería aburrida una muerte de causas naturales.
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