Múltiples facetas difíciles de compatibilizar por alguien que no tenga la personalidad a prueba de bombas que ha mostrado la barabdiense, que hace y dice lo que quiere en cada momento, sin importarle las opiniones de los demás.
Es capaz de lanzar una línea de cosméticos, Fenty Beauty, a la vez que se reúne con líderes mundiales, como el presidente francés, Emmanuel Macron, para hablar de retos educativos, o se somete a una prueba de detección del VIH junto al príncipe Enrique de Inglaterra para concienciar sobre la importancia de la prevención.
Y a la vez diseña una línea de ropa deportiva más parecida a la Alta Costura que a las mallas o sudaderas con las que los seres normales hacen jogging.
Porque una de sus grandes pasiones es la moda. Le gusta mezclar grandes diseñadores con prendas callejeras en looks muchas veces imposibles, que sin embargo son copiados hasta la saciedad.
Genera tal atracción que es una de las reinas de Twitter, con más de 86 millones de seguidores, solo superada por Katy Perry, Justin Bieber y Barack Obama.
Y se ha convertido en una empresa en sí misma, capaz de venderlo todo. Solo hay que navegar un poco por su web oficial, dividida en apartados como música, belleza, moda, obras benéficas o fragancias, para darse cuenta de que Rihanna es el mejor ejemplo de marca global.
Un éxito que siempre persiguió Robyn Rihanna Fenty, nombre completo de la cantante, nacida en Bridgetown el 20 de febrero de 1988, y marcada desde niña por la adicción a las drogas y al alcohol de su padre, Ronald Fenty.
Rihanna se refugiaba en la música y soñaba con seguir los pasos de sus ídolos, como Madonna, Bob Marley, Janet Jackson y Mariah Carey.
Lo logró muy pronto. Con solo 15 años el productor Evan Rogers se la llevó a Estados Unidos para grabar una maqueta. Una de las canciones fue "Pon de Replay", su saltó a la fama en 2005, con 17 años.
Pero fue dos años después cuando llegó el 'boom' de Rihanna. "Umbrella", una mezcla de hip hop, rhythm and blues y pop en la que colaboró con Jay Z, que dominó durante 52 semanas seguidas las listas de éxitos de Billboard.
Ganó además su primer Grammy (ya lleva ocho), por mejor colaboración de rap/sung junto a Jay Z. E hizo de ella una estrella mundial con una intensa agenda.
Con la única excepción de su último álbum, "ANTI" (2016), nunca ha dejado transcurrir más de un año sin lanzar nuevo álbum desde su debut con "Music of the sun" (2005).
A este le siguieron "A girl like me" (2006) y "Good girl gone bad" (2007) -el trabajo que incluía piezas como "Umbrella" y "Don't stop the music"-.
Después llegaron los no menos exitosos "Rated R" (2009), "Loud" (2010), "Talk That Talk" (2011), "Unapologetic" (2012) y "ANTI" (2016).
Todos ellos la han colocado entre los 10 artistas de mayor éxito comercial de la historia, con más de 54 millones de copias de álbumes vendidos y 210 millones de singles.
Ha conseguido 14 números 1 en EE.UU. (solo la superan The Beatles y Mariah Carey), es la artista de más ventas digitales de todos los tiempos y fue nombrada la "artista mainstream" más importante de los últimos 20 años por la revista Billboard.
Entre sus extravagancias musicales: el haber actuado en siete países en siete días dentro de su gira de 2012 justo antes de lanzar su séptimo álbum de estudio, "Unapologetic", o ser la primera cantante femenina en llenar el O2 Arena de Londres durante diez conciertos seguidos.
Pero como la música no le parecía bastante, se lanzó a la moda, primero con colaboraciones con diseñadores como Armani, antes de convertirse en directora creativa con la marca de ropa deportiva Puma.
A lo que añadió una labor filantrópica a través de la Fundación Clara Lionel -que lleva el nombre de su abuelos Clara y Lionel Braithwaite-, centrada en la mejor de la calidad de vida de comunidades de todo el mundo en las áreas de salud, educación, arte y cultura.
Y como dice su web, pese a todos estos logros "Rihanna está solo empezando".
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