"Creo que es importante para todos nosotros explorar lo que somos: es la única manera de darnos a conocer, de dar lo que nos hace únicos y característicos", dijo en una entrevista telefónica.
"Evidentemente, soy muy amigo de las fusiones y a toda la diversidad dominicana y caribeña le inyecto jazz, un poco de blues, música africana... Y eso me encanta, pero creo que es esencial buscar, si no en la música, en nuestra manera de decir las cosas, en nuestras costumbres y en nuestra identidad como tal", apuntó.
Todavía disfrutando de la feliz acogida que tuvo su álbum "A La Mar" (2016), Vicente García llega a Estados Unidos para afrontar una pequeña gira que pasará por Nueva York el 22 de febrero, que continuará el 27 del mismo mes en Los Ángeles y que finalizará en Miami el próximo 2 de marzo.
García (Santo Domingo, 1983) causó sensación en la última edición de los Grammy Latino, de donde salió con tres premios en el bolsillo: mejor artista nuevo, mejor álbum de cantautor por "A La Mar" y mejor canción tropical por "Bachata en Kingston".
El músico señaló que su triunfo en los Grammy Latino le sirvió para "afianzar" su apuesta creativa y para que su proyecto gane fuerza y libertad: "Lo que uno piensa, lo que uno entiende y los futuros proyectos se ven más alcanzables".
Aunque sus inicios artísticos se sitúan en el grupo Calor Urbano y pese a que alcanzó el éxito con su debut en solitario ("Melodrama", 2011), el dominicano dio un gran salto creativo con "A La Mar", un trabajo de sonidos cálidos y delicada producción en el que, con la bachata como puerto de origen, navegaba con soltura por las aguas del bolero, el pop, el reggae o el son cubano.
"Fue una búsqueda de mis raíces, de lo dominicano sobre todo afrodescendiente, y luego también por todo el Caribe", argumentó sobre un álbum en el que la bachata le sirvió de "portal" a multitud de ritmos.
"Después del primer disco empecé a buscar en la música de tambor, en lo popular, en el merengue de guitarra... Y empecé a viajar a diferentes lugares, como algo que trasciende lo musical. Empecé a empaparme de mi cultura, a relacionarme con la gente del campo, a conocer mi país, la realidad de la Republica Dominicana, no sólo de Santo Domingo", describió.
De esa experimentación trenzada con la tradición surgieron canciones como "Dulcito e Coco", "Carmesí", "Amor Pretao" o "Bachata en Kingston", un atractivo tema en el que García cruzaba la bachata con el reggae.
"El reggae tiene mucho que ver con la bachata, más que nada de la manera en que surgieron, desde el pueblo. También la figura del que canta, de resaltarse en el barrio. Siento que tienen mucha similitud también la cadencia y la rítmica de la guitarra. Si uno le quita un par de golpes al son de la bachata, termina siendo un ska; y si lo pones un poquito mas lento, termina siendo un reggae", detalló.
Sin excepción, en todas y cada una de las entrevistas con García termina apareciendo, de una u otra forma, el nombre de su gran mentor y referente: su compatriota Juan Luis Guerra.
El artista contó que de joven le gustaba el punk, el "rock pesado", el funk y el soul, pero fue a partir de conocer a Juan Luis Guerra y de dar una gira con él, todavía con Calor Urbano, cuando volvió la mirada a la música de su país.
"También aprendí de él otras cosas como el valor y el respeto a la música, a la profesión, a la vocación, y la disciplina por la manera en que él ve su trabajo", añadió.
En el horizonte más inmediato, García adelantó que ya está ultimando un disco a cuatro manos llamado "Trending Tropics" junto a Eduardo Cabra, exintegrante de Calle 13 y que fue productor y colaborador suyo en "A La Mar".
Sobre este nuevo álbum, García afirmó que mezclarán ritmos africanos y caribeños con música electrónica, y agregó que contarán con diversos artistas invitados.
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