Si hay alguien que ha hecho grandes cambios en su vida se llama Fernando Villalona apodado por el pueblo como “El Mayimbe”. Tras su llegada a la música conoció su peor pesadilla: las drogas. La idea que tenía el ídolo de multitudes es que “un artista tenía por obligación que consumir drogas” y de esa manera cayó en el peor de los vicios.
Fueron muchos años de problemas, conflictos internos, pérdida de mucho dinero(50 millones) y sobre todo de no saber quién era en realidad.
“El Mayimbe” comenzó con marihuana, siguió con cocaína y luego terminó en el crack. De hecho “fue lo que más yo consumí”, confesó. Era una vida llena de complicaciones la que llevaba.
Llegaba tarde a las fiestas porque lo que lo ponía “happy” no estaba a tiempo.
Hoy día reconoce que cometió muchos errores, pero lo más importante es que esa página la cambió hace 15 años, cuando fue acusado por un empresario que vivía en Nueva York de traficante y consumidor de drogas, pero lo peor es que ese mismo empresario envió una comunicación a la Embajada de los Estados Unidos.
Su desintoxicación
A partir de ese momento comenzó una reacción en él, pues no podría volver a Estados Unidos con esa acusación. Pero él aún no estaba convencido de que debía cambiar esa página y fue por requerimiento del propio Consulado de los Estados Unidos que debió someterse a una desintoxicación para otorgarle el visado nueva vez.
“Yo cambié la página a raíz de que reconocí que estaba en un mundo oscuro, y al salir de esa vida oscura, me dí cuenta que la vida se me hacía más tranquila porque no tenía el temor de caer preso, de que me persiguieran ni padecía la paranóia que siempre sentía”, comenta mientras sigue contando sobre su vida... El antes y el después.
La realidad es que Villalona, el de hoy, es muy distinto al de ayer. Tras su desintoxicación logró un mejor trato con su familia, pero además formó un hogar con su actual esposa, Fátima, y un nuevo hijo que ha sido recibido con los brazos abiertos en su casa. Se trata de Matthew, un niño especial que le ha dado luz y vida.
“Matthew es el lunar de mi cara”, dice entre lágrimas el artista que se acercó al Señor, quien lo ha seguido ayudando a cambiar más páginas en su vida, siempre para bien.
MÁS DEL MAYIMBE, MÁS CERCA DE DIOS
Sensibilidad. El artista ha demostrado un cambio real y auténtico en su manera de proceder y de pensar. en este encuentro en las instalaciones del LISTÍN DIARIO quedó demostrado. A puertas cerradas habló, rió, lloró y alabó el nombre del Señor.
Sin lugar a dudas vive uno de sus mejores momentos a nivel personal.
Concienciar. “El Mayimbe” quiere que a través de su experiencia muchos otros colegas y gente común se vean reflejados y puedan motivarse a cambiar la página en sus vidas. “Saber que hay tiempo... y se puede”.
Villalona: “Ahora tengo el temor de fallarle a mi Señor”
Si hay algo que tiene claro Fernando Villalona es que es un “hombre nuevo”. Pasando balance son muchas las páginas que ha logrado cambiar en su vida.
Además de dejar de lado su adicción a las drogas, también abandonó el alcohol hace cuatro años, y para seguir hablando de cambios también logró mejorar algunas cositas que perjudicaron por muchos años su carrera, como la tardanza en sus presentaciones.
Y todo se debe a que entendió que su vida debía llevar otro rumbo. Ha sido de la mano del Señor que ha logrado seguir avanzando y cambiando más páginas en su vida.
El merenguero, uno de los más carismáticos del país, está más consciente que nunca de lo que quiere y no quiere, pero también de que ahora siente un profundo temor por fallarle al Señor. En ese sentido se ha dado cuenta de tantas cosas, como por ejemplo que no quiere seguir siendo vanidoso.
“Yo he cometido errores y los he estado cometiendo todavía en vanidad, por ejemplo, a mí me encantan los carros y ver mi casa bonita, son cosas que uno se siente bien y en un sentido se las merece porque uno ha trabajado mucho, pero en cierta manera cae en la vanidad”, comenta y declara que ha tomado la siguiente decisión a propósito de su acercamiento con Dios; “estoy reduciendo la forma de yo manejar mi dinero, en vez de gastarlo en algo innecesario como por ejemplo un carro si ya tengo uno”, aclara el intérprete de “Cuantas veces”.
Su caso
El empresario que lo acusó de “traficante y consumidor” le hizo un daño tan grande que aún le cuesta hablar de eso, pero en definitiva todo obró para bien, porque fue a partir de esa denuncia que logró ver en el abismo que estaba viviendo.
“Me hizo un gran daño, seis años sin poder entrar a los Estados Unidos, y un daño moral y familiar muy grande. Dios me libre haber sido traficante, ¡jamás!”, nos cuenta el artista de Loma de Cabrera.
Y es que su vida es una de esas que bien puede quedar plasmada en un libro, o quizás resaltarla en una película; muchos logros, pero también mucha oscuridad como él mismo nos cuenta, pero con la ayuda del Señor su vida recobró la luz con la que ahora sigue irradiando a su familia y a sus fanáticos.
Definitivamente es otro hombre el que hoy camina por las calles de nuestro país llevando lo mejor de su música y desplegando los dones que Dios le dio desde chiquitito, sin embargo, aun cuando él cometía grandes errores su pueblo ni su familia le dio la espalda.
“Yo soy un ser humano y he tenido la oportunidad de equivocarme y las veces que lo he hecho no se lo oculté a nadie; cuando he tenido que pedir perdón lo he pedido y cuando he tenido que decir lo siento, lo he hecho; yo tengo un temor de fallarle al Señor con los que comparten conmigo esta Tierra.
Solamente tener esa convicción me tranquiliza, lo que hace falta es tener la convicción”, repite el merenguero que maneja con mucha regularidad el término “convicción” y es justo lo que ha tenido él. Convicción viene de convencimiento y él, Fernandito está más que convencido de que su vida ha cambiado para bien, a partir de que decidió cambiar varias páginas.
“En lo familiar, me ha dado más integridad y unidad, cosas que antes me negaba o no le daba la importancia porque no conocía; se la doy ahora porque puedo, gracias al Señor que me ha dado el talento para poder ganar el dinero que gano y poder compartirlo con los míos, el dinero no es mío, sino del que lo necesita”, dice seguro Villalona.
Convencido de que hay que pasar por esta vida y dejar algún legado, el intérprete de “Dominicano soy” ha pasado las páginas convencido de que esa vida oscura ya no la volverá a vivir porque de hecho no quiere ni desea volver atrás.
Sinsabores
Fueron muchos los sinsabores y los riesgos que vivió el merenguero y está consciente de todo.
“Había momentos en los que no podía salir a cantar porque no había llegado el producto. Pero de igual manera hubo momentos en los que me quedaba sin droga y yo mismo iba a comprarla a algunos barrios del país donde nadie se metería.
Entraba en mi carro BMW o Mercedes Benz, eso no me importaba”, cuenta un tanto espantado de lo que hacía para satisfacer un vicio que le marcó y que produjo en su carrera un freno pese a ser el merenguero más carismático y querido por los dominicanos.
En ese sentido quizás pudo ser El Mayimbe uno de los merengueros criollos más conocidos a nivel internacional, pero su vicio limitó en un momento su trayectoria musical en cuanto a la internacionalización de su carrera.
“Pero siempre es un buen momento para comenzar”, dice el artista, esposo de Fátima y papá de Paloma, Claritsa y Matthew.
Uno de los roles que más le preocupa a Fernando en este momento es el de ser padre, pese a que algunos quizás lo juzgarán del mal padre, él afirma que ha hecho todo lo que ha podido por sus hijas a quienes les ha evitado vivir la difícil vida que vivió cuando pequeño de manos de su padre, Ángel, un hombre fuerte y muy estricto, al que él comparaba con el dictador “Trujillo”.
“No creo que me he manejado mal con mis hijos; he tenido altas y bajas pero me he manejado diferente a como fueron conmigo. Mi padre fue muy duro y fuerte, a lo Trujillo, parecía un guardia. Yo vine a entender eso después que yo comencé a producir y luego comencé a tener hijos”.
Villalona prefiere conversar con sus hijos a ser un hombre estricto. “Debo decirle a ellos lo que realmente se debe hacer en la vida, y he tenido suerte con mis hijos aunque han pasado algunas cosas que se han hecho pública de pleitos entre Paloma y yo, pero el amor más grande que hay es entre Paloma y yo y Claritsa y yo, y el Señor me acaba de regalar otro, a Matthew un niño que Dios se lo regala a los padres especiales”, dice el artista que decidió cambiar la página en su vida.
FERNANDO ES UN HOMBRE AMOROSO Y SENSIBLE
UN SER ESPECIAL
“El Señor me acaba de regalar otro hijo, a Matthew, un niño que Dios se lo regala a los padres especiales. Dios no le da un niño especial a cualquier persona; me siento honrado en pertenecer a un grupo que se formó con la Primera Dama la semana pasada de niños especiales que padecen de autismo”, nos cuenta el artista que se involucra en las tareas de cualquier padre común.
Su hijo Matthew llegó a su vida a los 17 días de nacido y desde entonces iluminó su cara. “Él es el lunar de mi cara” nos cuenta entre lárgimas y este niño es un niño especial que ha alegrado el hogar que conforman Fátima, su esposa, y Fernando.
Una vez sale del escenario la dedicación es para su pequeño que ya tiene 11 años.
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