En el género de la salsa están los soneros y está Cano Estremera. El cantante es categoría aparte en el arte de la improvisación salsera con un estilo agresivo e irreverente.
Antes de que los raperos iniciaran la llamada “tiraera”, ya el cantante santurcino andaba con su lengua afilada, haciendo sulfurar a sus colegas. Su estilo arrojado al cantar y carácter “egocéntrico” lo han caracterizado en sus 30 años de carrera musical, aniversario que celebrará con un concierto que llevará a cabo este domingo, a las 4:00 de la tarde, en el Centro de Bellas Artes de San Juan.
“Mi problema es que yo me sincero con la gente y después me ven como egocéntrico. Definitivamente yo reconozco que tengo un complejo de superioridad, pero como una persona que he sido impedida, nacido en un barrio pobre, de caserío, pues ésa es la manera de nosotros defendernos”, expresó el vocalista, quien no titubea en decir que sigue siendo el mejor sonero en la actualidad y que no hay nadie que se le pueda equiparar.
“Entiendo, dentro de mi poca humildad, que la única alternativa que ahora tiene la salsa soy yo y más nadie”, agregó.
Eso lo demostrará en el evento del domingo, 30 años: La profecía, en el que hará un repaso de su carrera musical. Interpretará los temas que tocó con Bobby Valentín, varios de sus éxitos, covers y su nuevo sencillo La profecía, que incluirá en su disco El mejor de la salsa, que estará disponible en el mercado a finales de año.
“Es básicamente una celebración de mi fanaticada y no llevaré invitados porque no creo en eso”, puntualizó.
Cano Estremera, de 53 años de edad, comenzó en la salsa con la orquesta La Mulenze. Luego se destacó como vocalista de la agrupación de Bobby Valentín hasta que se lanzó como solista. El camino no ha sido fácil para el cantante porque ha ido contra la corriente musical, considerándose un rebelde en el género salsero.
“A mí no me contrataban porque en este mercado el que no trabaja las reglas del mercado lo marginan. Yo creo que yo he sido el único cantante que he tenido cuatro o cinco años de anonimato y ha vuelto”, indicó. Cano Estremera, sin embargo, nunca se ha quitado de lo que es para él su manera de ganarse la vida.
“Una de las cosas que me decía un amigo es que yo nunca me quité y es que ésa es mi naturaleza. Mientras más difícil me la pongan, más duro me voy a poner”, precisó el cantante albino.
¿En 30 años de carrera musical se arrepiente de algo?
De lo que no he hecho y de lo que no he dicho, que es mucho. Con todo lo que hablo, no he dicho ni cuarta parte de lo que sé.
¿Por qué les tira tanto a sus colegas?
Una de las razones es porque mucha gente en el género los utilizan a ellos para tirarme a mí. Los ataques míos son implícitos, lo que pasa es que se pican los que se sienten aludidos.
Ahora dicen que le está tirando a NG2...
No, yo no le reconozco ningún tipo de jerarquía a NG2 para que yo me tome la molestia de tirarle. Eso es un disparate; si yo voy a tirar, les voy a tirar a los buenos. Yo nunca les he tirado a los malos.
¿En la actualidad hay algún grupo o exponente nuevo que esté haciendo algo bueno en la salsa?
No, yo entiendo que no. Y si lo entendiera, te lo diría. A mí se me hace bien difícil endosar porque yo tengo credibilidad. La gente quiere que endose, pero no puedo porque no hay calidad.
¿Le gusta que comparen la “tiraera” de los raperos con su estilo?
Al principio me identifiqué con su estilo porque yo sabía de dónde venía ese odio al cantar, pero después me di cuenta de que la frustración de ellos era la pelambrera que tenían en el bolsillo. A la larga, no era en el corazón como la mía. Yo mañana me puedo hacer millonario y sigo siendo el mismo rebelde, pero ellos no porque su rebeldía se puede comprar.
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