Bajo una persistente lluvia que empapaba a los centenares de asistentes al acto, Obama decidió acortar a cinco segundos la cuenta atrás para el encendido del Árbol de Navidad Nacional, una tradición que cumple 91 años este diciembre.
"Con este tiempo creo que no deberíamos contar hasta 10", dijo Obama, que poco después pulsaba, junto a su mujer Michelle, la madre de ésta, Marian, y las hijas de la pareja, Malia y Sasha, el botón que dio paso al encendido del árbol, decorado por cientos de pequeñas luces.
En un breve discurso, Obama no olvidó recordar al recién fallecido expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela, que encarnó "la generosidad de espíritu" que, según el mandatario, cobra especial sentido en Navidad.
"En su vida, nos bendijo a todos con una elegancia tremenda y una valentía increíble. Y todos tenemos el privilegio de vivir en un mundo tocado por su bondad", indicó.
El mandatario pidió a los estadounidenses aprovechar estas fiestas para "acercarse a aquellos que más necesitan ayuda", entre ellos a las familias de los militares, para que sepan "cuánto apreciamos su sacrificio".
La ceremonia estuvo presentada por la actriz Jane Lynch y contó con las actuaciones musicales de Carey, Aretha Franklin, Train, Janelle Monae, Joshua Bell, Prince Royce, Renee Fleming, Forte, The Avett bros y Arturo Sandoval, quien en noviembre recibió en la Casa Blanca una Medalla de la Libertad, el máximo honor civil del país.
Como los últimos años, la primera dama se encargó de la lectura navideña, "Era la noche antes de Navidad", un cuento que relató junto a uno de los televisivos 'Muppets', Abby.
Obama, por su parte, no dudó en unirse a los artistas musicales en el escenario para unos breves pasos de baile.
"Cada año ensayo un poco mi actuación, por si acaso. Pero parece que, otra vez más, no han encontrado espacio para meterme entre los artistas. Tienen suerte de no escucharme cantar", bromeó el mandatario.
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