Una jueza negó el jueves una solicitud de la defensa de Paulina Rubio para que se aplazara su juicio en Miami en relación con la demanda presentada por presunto incumplimiento de contrato de un concierto en Colombia.
Durante una audiencia realizada en una corte de Miami para determinar si las partes estaban listas para el juicio y fijar la fecha de su inicio, la defensa de la cantante mexicana solicitó a la jueza Abby Cynamon que lo postergara argumentando que aún falta recopilar algunas declaraciones de personas relacionadas con el caso y que algunos testigos no estarían disponibles para asistir al juicio por encontrarse fuera de Estados Unidos.
La jueza rechazó la solicitud y programó el juicio, que se prevé durará tres días, para la semana del 9 al 13 de julio. Sin embargo, acotó que hay otro caso programado esa misma semana que, de no concluir a tiempo, obligaría a reprogramar el juicio de Rubio para la tercera semana del mismo mes.
"Quiero seguir adelante con este caso y llegar a una pronta conclusión", dijo Cynamon.
"Este es un terrible día para la señora Rubio porque la moción presentada para tratar de retrasar el inicio del juicio fue negado. Ella se niega a ir a juicio porque tiene miedo de estar ante un jurado", expresó el abogado demandante, Richard Wolfe, quien dijo que "el inicio del juicio se ha postergado demasiado y que no hay razones para un nuevo aplazamiento".
Rubio fue demandada en noviembre de 2010 en Miami por CMG Entertainment, una corporación con sede en Miami; el Fondo Mixto de Cultura de Boyacá y la Corporación Cultural Viva la Música, por no presentarse en un concierto en agosto de ese año en la localidad colombiana de Tunja, como parte del Festival Internacional de Cultura de Boyacá.
Los demandantes alegan que Rubio incumplió un contrato y piden una indemnización de un millón de dólares por daños y perjuicios correspondientes a los gastos de organización del concierto, además de intereses y costas legales.
De acuerdo con la defensa, la llamada "Chica Dorada" no pudo llegar al concierto por inconvenientes de transporte aéreo a Tunja y no por falta de deseo de asistir al evento.
Argumentan que a pesar de que los organizadores del espectáculo se habían comprometido a proporcionar una avioneta para el traslado de la artista, ellos mismos tuvieron que contratar la aeronave para llegar al concierto y que no los dejaron aterrizar en Tunja, aparentemente por motivos climáticos.
Los demandantes, empero, aseguran que el contrato estipulaba que Rubio viajaría en avión desde Medellín hasta Bogotá, y desde allí recorrería en automóvil por carretera unos 130 kilómetros con dirección noreste hasta llegar a Tunja, donde no hay un aeropuerto comercial.
A pesar de que la jueza rechazó la solicitud, el abogado de Rubio, Omar Ortega, dijo que confía en que su clienta podrá demostrar que no es culpable de los hechos que se le impugnan y que todas las decisiones que ha tomado han sido correctas.
Este no es el único caso de Rubio que se ventila en tribunales. La estrella mexicana enfrenta una demanda de divorcio de su esposo Nicolás Vallejo Nájera y acaba de perder una demanda en España contra varios medios de comunicación que insinuaron que era lesbiana.
Una jueza desestimó esa querella, interpuesta por Rubio hace cinco años, al argumentar que los gustos y preferencias de la vida íntima de la cantante habían dejado de ser solo de su vida privada antes de que se comentara sobre ella en estos programas. También señaló que ser visto como homosexual no debería tomarse como una deshonra.
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